La Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina ha iniciado la vendimia unos días antes que en 2024 y, tras dos campañas consecutivas marcadas por una “fuerte bajada productiva”, los viticultores encaran la recogida con la esperanza de recuperar niveles más cercanos a la media histórica por hectárea y con la mirada puesta en consolidar un modelo de viticultura sostenible.
Según ha indicado Bizkaiko Txakolina, la campaña comenzó de forma equilibrada en las fases de brotación, floración y cuajado, pero a partir de la segunda quincena de julio, la combinación de lluvias persistentes, elevada humedad y altas temperaturas provocó una fuerte presión de mildiu, que este año se extendió de manera generalizada por todo Bizkaia.
A diferencia de otras campañas, explicó, la presión fúngica no se ha localizado en zonas concretas, ya que se ha manifestado por todo el territorio en diferentes rincones dentro de una misma viña, complicando aún más su control y obligando a intensificar la vigilancia.
Asimismo, la presencia en la viña de corzos, jabalíes y la avispa asiática ha aumentado la presión sobre el viñedo y obligado a los viticultores a mantener una atención constante. A esto se suma la irregularidad meteorológica de las últimas semanas, con jornadas de calor intenso que han afectado a las uvas y días lluviosos que aumentan el riesgo de botritis y afectan a la fase final de maduración, condicionando la elección del momento óptimo para iniciar la cosecha en cada bodega.
Por otro lado, el Consejo Regulador de la DOP Bizkaiko Txakolina continúa avanzando en su apuesta por la sostenibilidad, incorporando dos nuevos ensayos en el Proyecto de Reconversión Medioambiental en el que trabaja junto a la Diputación Foral de Bizkaia. Desde 2023 investiga las herramientas de adaptación al cambio climático y busca un mayor equilibrio en la gestión de las viñas.