Jornada de gran actividad en las lonjas del edificio Berastegi 1, que va desde la cafetería Monterrey de la Gran Vía hasta el bar El Molinillo de Ledesma. La mudanza de los negocios que tienen que cerrar durante unos meses por las obras estructurales del inmueble ha empezado esta mañana para dejar los locales vacíos mañana, cuando entrarán los operarios.
No hay plazo para la finalización de las obras, pero los trabajos se realizarán casi a contrarreloj porque los comerciantes y hosteleros calculan que pueden resistir con la persiana bajada hasta marzo, unos seis meses. En ese periodo no tendrán que pagar el alquiler a la empresa propietaria, Villa Mena, y la mayoría de los empleados -algunos han sido recolocados en otras tiendas del grupo para el que trabajan- entrarán durante el tiempo de parón en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).
No habrá ingresos para los propietarios de los negocios que tendrán que asumir además el pago del ERTE a sus plantillas y temen la fuga de algunos de los trabajadores si la situación se prolonga más allá de marzo, lo que en el caso de los bares les dejaría fuera del repunte de actividad por Semana Santa.
Actividad constante
La cafetería Monterrey empezó la mudanza el domingo, día en el que cierra habitualmente, con la recogida de la cristalería. Esta mañana a las 9.00 de la mañana se ha situado en la acera de Berastegi un camión para trasladar el material más pesado. En torno a esa hora también ha comenzado el desmantelamiento final del local de General Óptica, que cerró hace dos semanas y ha ido trasladando poco a poco algunos elementos, pero que tiene que eliminar la cubierta de pladur que esconde la estructura de madera del edificio.
En la otra esquina, la cafetería de la pastelería Arrese en la zona también ha madrugado para el traslado. Los tres primeros bares de ese tramo de Ledesma, Taberna Taurina, Atseden y El Molinillo, han iniciado algo más tarde la mudanza, que generará una actividad constante durante toda la jornada.