El centro de Leioa ya no está partido en dos. La actuación para convertir en zona peatonal y de esparcimiento el terreno ganado en superficie con el cubrimiento de La Avanzada ya está prácticamente terminada. Mientras, la gran obra del túnel da sus últimos coletazos y concluirá tras el verano, un año antes de lo previsto.
Así que en el municipio de Eskuinaldea es visible ya el nuevo bulevar, con bidegorri incluido. Faltan labores puntuales de jardinería y la colocación de pantallas fonoabsorbentes en las bocas del túnel, destinadas a minimizar el impacto acústico en la zona. Un ruido que, con la desaparición de la carretera a cielo descubierto, ya es mucho menor: ha bajado 20 decibelios de media para las viviendas cercanas, según indican las primeras mediciones.

“El objetivo de la Diputación Foral de Bizkaia es hacer más humanas y más integradoras las infraestructuras”, ha admitido la diputada general, Elixabete Etxanobe, en una visita esta mañana a este nuevo entorno peatonal leioaztarra. El diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Carlos Alzaga, también ha asistido y ambos han sido recibidos por el primer edil, Iban Rodríguez. “Para mí, como alcalde y como vecino, es un orgullo ver cómo el ruido ha dado paso al silencio y lo que antes dividía, ahora conecta”, ha subrayado.
Así, el bulevar de La Avanzada cuenta con una extensión lineal de 620 metros en 18.000 metros cuadrados destinados a recorridos peatonales, zonas de estancia y esparcimiento en los que se han colocado 120 metros de bancos, además de fuentes, farolas y papeleras. Asimismo, se han habilitado 19.000 metros cuadrados de zonas verdes, en las que se prevé la plantación progresiva de más de 20.000 ejemplares de distintas especies vegetales.
Tráfico rodado
El tráfico rodado dispone ahora de 17.000 metros cuadrados de carretera, y se han construido dos nuevas rotondas en superficie que mejorarán la conexión entre las vías de servicio y el núcleo urbano. Como parte de la operación, también se ha ampliado la acera de la calle Iparragirre, que alcanza ahora los 2,5 metros de anchura, garantizando así su accesibilidad.
A la par, en el interior de La Avanzada se desarrollan los últimos trabajos para finalizar con el cubrimiento. “Pocas actuaciones reúnen tantas dificultades”, ha admitido Etxanobe. En estos momentos, se están instalando los principales sistemas de seguridad y de operatividad: señalización, ventilación, iluminación y sistemas de control. Entre las soluciones más innovadoras destaca el uso de cámaras térmicas duales para la detección automática de incidentes, así como un sistema de rociadores tipo diluvio diseñado para actuar eficazmente en caso de incendio.