En El Castaño, Sopuerta, “en la vía verde” Mendian zaldiz conserva el vínculo que la comarca ha mantenido históricamente con los animales. Sin la actividad minera en la zona en la que los caballos se implicaban, o al menos, revisitada desde el punto de vista cultural y turístico en el siglo XXI, el club ecuestre organiza itinerarios por la comarca para jinetes y amazonas más o menos experimentados y enseña la disciplinas de reining y carreras de montaña de resistencia. Hoy no faltará a la primera edición de la feria equina que acoge el barrio de Traslaviña, Artzentales.

Ana Loidi, portugaluja de nacimiento decidió apostarlo todo por su verdadera pasión una vez finalizó los estudios de Derecho. Mientras trabajaba en “diferentes hípicas” no paró de buscar un terreno para establecerse por su cuenta y guiaba paseos en pony para pagar el mantenimiento de su caballo.

Encontró su paraíso particular en Sopuerta “gracias a mi pareja de entonces” y arrancó con cinco equinos. Quince años después, “tengo 25 caballos y he empezado a criar razas americanas, tipo las que aparecen en la popular serie de televisión Yellowstone”.

En la feria del caballo ofrecerá desde las 16.30 de esta tarde una exhibición de reining, “la doma western, las maniobras que utilizaban los vaqueros para el ganado llevadas a la pista de competición”. La cita comenzará a las 11.00 con una exposición y muestra de caballos en pista, pottokas, y burros de las Encartaciones hasta las 14.30. Desde las 17.30 tendrá lugar una exhibición barrel y la entrega de premios a las 19.00 horas marcará el fin de la jornada. Además, en Traslaviña se podrán encontrar productos de alimentación y artesanía de Enkarterri, así como txosnas y la posibilidad de disfrutar de catas comentadas.

Mendian zaldiz conserva el vínculo que la comarca ha mantenido históricamente con los animales.

Mendian zaldiz conserva el vínculo que la comarca ha mantenido históricamente con los animales. Mendian zaldiz

Mendian zaldiz ofrece la posibilidad de aprender a montar a caballo “a quien quiera” en grupos que se distribuyen por niveles. Se recomienda “empezar lo antes posible, a los 4-5 años son esponjas, comienzan con una persona que les ayuda y a los 5-6” ya adquieren la autonomía suficiente como para ir tomando las riendas poco a poco. Acuden “solo niñas, un fenómeno que se repite bastante en las hípicas, a veces se apuntan hermano y hermana y los chicos terminan dejándolo”. Este curso cuentan también con un grupo de adultos. “Por suerte”, de los ratos a caballo “están saliendo cuadrillas, muchas chicas siguen montando más allá de la adolescencia” e incluso acuden a competiciones si lo desean. Hace poco, en La Rioja. La modalidad de carreras de resistencia de montaña cubre “más o menos entre 20 y 120 kilómetros”.

“El mozo de cuadra y yo gestionamos el día a día”, explica Ana, con la ayuda imprescindible de “un grupo de chicas de entre 17 y 25 años que nos ayudan con las clases de iniciación, paseos, etc., y son nuestro salvavidas”. Esas rutas se diseñan prácticamente a la carta “dependiendo de la economía y los gustos de la gente: durmiendo en casas rurales o con sacos de dormir en refugios de montaña”, los paisajes de Enkarterri ofrecen alternativas infinitas.

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Vías verdes

“Hacia Karrantza, Turtzioz o Galdames encontramos monte con pistas bien acondicionadas”, se felicita, aunque les gustaría poder cabalgar con más libertad por la vía verde. Para salidas de un día “la cueva de La Magdalena” enamora con su entorno incomparable. En rutas más largas “vamos a menudo por Armañón y el entorno de Kolitza, en Balmaseda”. Y en los paseos más cortos, “a nuestro monte Alen de Sopuerta”. Al ubicarse el club cerca de un área de autocaravanas “recibimos a bastantes turistas de fuera de la comarca, ya sean parejas o grupos grandes”.