Se prendó de los paisajes cuando llegó a Sopuerta en 1984 como monitor de tiempo libre. Un accidente de coche en 1995 le obligó a dar un volantazo profesional y “al jubilarme hace dos años me centré en este trabajo porque lo que no se conoce se olvida”, sentenció Juan Manuel Román Campos, el vecino que ha impulsado un proyecto para la recuperación del coto de Alen, que mantuvo cinco explotaciones de hierro en funcionamiento entre finales del siglo XIX y 1972. Las minas Amalia Juliana, Sorpresa, María y Cecilia se enclavaban en el término municipal de Sopuerta y la Federico, en Artzentales.
En colaboración con el Museo de Las Encartaciones –perteneciente a las Juntas Generales–, el Ayuntamiento y la Diputación, pondrán en valor los vestigios del paisaje que se han conservado en algunos tramos reconvertidos en la vía verde Montes de Hierro, así como elementos patrimoniales: cargaderos, edificios que albergaron “a más de 140 habitantes en el caso del El Sel en 1910 en un barrio equipado con cantina, escuelas...” o la ermita de Santa Lucía, adherida a una gruta, que cada 28 de junio sigue congregando a los devotos. Además, está prevista la publicación de un libro y que estos parajes sean escenario de la próxima edición de la ruta de las ferrerías en octubre.
El programa comenzó ayer con la primera de las dos visitas guiadas previstas esta semana. La segunda tendrá lugar el sábado, con inscripción previa a través del Museo de Las Encartaciones. El aforo es limitado porque los desplazamientos entre los puntos de interés se realizan en autobús.
Siglos de hierro
Con las plazas agotadas, Juan Manuel Román Campos explicó que “hasta el siglo XV predominaron en esta zona las ferrerías de monte y entonces descendieron hacia Las Barrietas; antiguamente el hierro complementaba las labores de labranza”.
Tras las guerras carlistas, “al abrirse a Europa” se produjo el boom. “El hierro de los Montes de Triano era más puro” y cuando dio señales de agotamiento “se abrió la explotación aquí” indicó. Sopuerta iba a cambiar para siempre de la mano de un grupo de empresarios que dotaron a las minas de una red de transporte hacia los cargaderos de la costa para zarpar rumbo a puertos extranjeros desde Reino Unido o los Países Bajos.
Familias muy numerosas
A mayor altitud se situaba la mina Amalia Juliana, que empezó a gestionar Luis Ocharan Mazas en 1892, con la línea de ferrocarril Castro-Alen de 18 kilómetros, “una línea de baldes, cuartel de la Guardia Civil y, por supuesto, escuela”. Hay que tener en cuenta que no extrañaba encontrarse con núcleos familiares de diez hijos”.
Cuando Juan Manuel Román Campos llegó a Sopuerta a mediados de los ochenta “ni siquiera existían accesos” a la mina Sorpresa, ubicada a media altura, capitaneada por Manuel Taramona Sainz desde finales del siglo XIX “un tranvía aéreo de casi diez kilómetros en marcha entre 1909 y 1969”. Se ha preservado casi todo: “depósito, polvorín, restos del lavadero...” En 2006 se acondicionó como parque.
Con una producción de cuatro millones de toneladas de hierro, fue la más potente de todas”, que en la época de la Guerra Civil ya emitían preocupantes síntomas de desgaste. “Un ejemplo sobresaliente del pasado industrial vasco”, según el Museo de Las Encartaciones en el que se focalizará la primera fase del proyecto de puesta en valor.
El ferrocarril Traslaviña-Castro entre Artzentales “y la playa de Ostende” a través de 22 kilómetros recogía el mineral en la mina Cecilia, activada en 1892 y que adquirida en 1958 Ramón Taramona “para arrojar escombros”. En 1921 “el Estado se hizo cargo hasta su cierre al tráfico 1966” de la línea del tren que también transportaba pasajeros.
Túnel de Herreros
Este trazado atravesaba el túnel de Herreros, conectando Bizkaia y Cantabria a lo largo de casi dos kilómetros. Numerosas asociaciones como la soportana Alen piden desde hace años su reapertura para ciclistas y peatones y el Ayuntamiento de Castro estimó el coste de las obras en 1,9 millones de euros.
La sociedad Colina, Ruiz y Palacios gestionó la mina María en una época en la que “los animales desempeñaban una parte importante del trabajo”. Cuando las explotaciones echaron el cierre en los setenta por falta rentabilidad los empleados optaron en gran medida por “marcharse a las grandes fábricas”.
Próxima cita
El sábado, con inscripción. El próximo sábado 14 de junio se desarrollará la segunda visita guiada, con inscripción previa a través del Museo de Las Encartaciones. El aforo es limitado, ya que los desplazamientos entre los puntos del recorrido se realizan en autobús, empezando a las 10.00 en el propio museo.
Coto
5
Cinco explotaciones de hierro componían el coto minero de Alen. Las minas Amalia Juliana, Sorpresa –objeto de la primera fase del programa de recuperación–, Cecilia y María se encuentran en Sopuerta y la Federico pertenece a Artzentales.