Ha recorrido el Amazonas en barco, contemplado los espectaculares glaciares de Islandia, explorado Alaska, pateado el malecón de La Habana, surcado la bahía de Halong y se ha perdido por calles que no aparecen en rutas turísticas. “El viaje es una oportunidad de crecimiento personal y colectivo”, destaca el getxoztarra Josu Abeytua, un viajero inquieto que se autodefine como hijo de dos mundos: Bilbao y México. De padre vasco y madre nacida en el país azteca, el hecho de tener que cruzar el charco para ver a la familia le permitió interiorizar la grandeza del mundo y le dio la posibilidad de conocer otras culturas, intercambiar experiencias y, sobre todo, altura de miras. “Entendí que lo mío no era lo único ni lo mejor”, refleja. Una mente entusiasta y abierta que expande en cada viaje, porque el paso del tiempo no le ha hecho perder el hambre de conocer mundo.
Por eso hizo de viajar su profesión y se formó como técnico en empresas y actividades turísticas en la Universidad de Deusto. “Desde joven tuve claro que no quería ser un oficinista y, a poder ser, quería ser mi propio jefe. Logré ambas metas hace ya muchos años”, reflexiona. Comenzó a dar sus primeros pasos en el sector del turismo recorriendo la zona norte de España y acompañando a estudiantes en sus juergas juveniles por Salou, Benidorm, etc. Sin embargo, para montárselo por su cuenta, necesitó, como otros muchos, el espaldarazo de una crisis económica como la de 2008. “En julio la empresa cerró, en agosto reflexioné y vi que tenía una formación completamente analógica y que venía un tsunami llamado Internet que iba a cambiar por completo la profesión”, recuerda. Entonces, se recicló para convertirse en un Josu 2.0 como CEO y fundador de Zona Norte Representaciones Turísticas. “Antes las agencias de viajes funcionaban a base de teléfono y papel. Pasamos de los call centers a páginas web”, señala sobre una transformación digital que le brindó una oportunidad. “Llevaba quince años dando un buen servicio a las agencias de viajes y tenían buena imagen de mí”, relata.
Con el paso del tiempo, su evolución natural le llevó a convertirse en un intermediario entre proveedores y agencias de viajes. “El especialista de los especialistas”, detalla. Por eso su cartera de servicios incluye viajes culturales, de aventura, de prospección o para profesionales. Siempre bajo un denominador común: una óptima planificación para ofrecer una experiencia única que sustenta sobre dos pilares inamovibles: “contar con los mejores profesionales en el destino y la mejor de las actitudes de uno mismo para emprender el viaje”, resume.
Después de miles de kilómetros recorridos y un sinfín de aventuras en su mochila, guarda con especial cariño su expedición al Amazonas. “Ha sido el viaje más auténtico hasta ahora. Perderse por el río Amazonas en un barco decimonónico de la mano de mi socio Daniel, que es el productor de los documentales más potentes sobre el Amazonas, no tiene precio. Controla el territorio y sus gentes como si fuera su casa”, indica.
Su alma siempre ha sido la de un aventurero inquieto, una filosofía de vida que aplica a los negocios. Por eso acaba de lanzar una plataforma digital denominada Morgana.Travel, que representa la digitalización del modelo de representaciones turísticas multimarcas. “Nace para aportar valor al trabajo diario de las agencias y sus proveedores. El acceso a la plataforma es gratuito para los agentes de viajes”, explica. Su lema es “el travel market para almas libres” y busca convertirse en “el referente digital que permita modernizar la relación entre agentes y proveedores independientes, simplificando procesos y aportando valor real al trabajo diario de los profesionales del sector”, concluye.