“Gracias”. Esa es la palabra que más veces se repitió ayer en la décima edición de los BBK DEIA Elkartasun Sariak. Las cinco entidades premiadas: Calala Fondo Mujeres, la Asociación Amesten, la Asociación Norai, la Fundación Argia y Askabide recogieron el galardón agradeciendo el reconocimiento. Sin embargo, es la sociedad la que les debe un Gracias en mayúsculas por esa labor intangible, que da oportunidades a todas las personas.
Por ese trabajo que siembra el poso de una sociedad más igualitaria, inclusiva. Así lo atestiguó Ibon Mujika, director gerente de Editorial Iparraguirre, al reconocer su valiosa contribución a Bizkaia y animó a que "este premio sea un impulso para seguir adelante". En esa línea se manifestó también Nora Sarasola, directora de la Obra Social de BBK, al afirmar que esperaba que estos galardones fueran “un empujón para esas entidades que en días como hoy les ponemos voz y cara y que generan un impacto real” en el Territorio Histórico.

Trabajo por los derechos de las mujeres
Para calmar “esos nervios por salir al escenario”, el conductor de la gala, el Mago Tor, sorprendió al público con uno de sus trucos antes de que las mujeres de Calala Fondo Mujeres recogieran el primer galardón de la noche y en palabras de una de sus integrantes, Suyén Martínez, reivindicaran que “hay que fortalecer a los colectivos de base feministas para que podamos decidir la vida que queremos”.
Inclusión de las personas con diversidad funcional
Con un recuerdo muy especial para Marta Mezo, los integrantes de la Asociación Amesten pusieron una nota entrañable cuando recordaron la década de trabajo que llevan realizando en favor de las personas con diversidad funcional. “Han sido diez años de compromiso y esperanza. Y seguimos creyendo que la inclusión es un derecho fundamental”, subrayó Ekaitz Suárez mientras María Ferrero reiteró que “el camino hacia la inclusión real es largo pero seguimos con la misma pasión y determinación para que todas las personas tengan su lugar”.
Oportunidades para todos
Con la ayuda de Junior, miembro de Amesten, el Mago Tor hizo vibrar al público con una baraja invisible antes de dar paso a la Asociación Norai, que trabaja en el barrio de San Francisco de Bilbao con el objetivo de ofrecer oportunidades de inclusión social a todas las personas. Y un ejemplo de su trabajo se podrá ver el próximo 22 de junio en Rekalde. “En 2024 pusimos en marcha el proyecto Barraca XXI con la SGAE, y con motivo del día internacional del refugiado y de la música, hemos organizado un evento donde habrá danza, teatro y música donde participarán Alex Sardui y Aiora Renteria”, detalló Zaira Calleja.

Visibilizar la salud mental
La mejor representación de la labor que desarrolla desde hace 35 años la Fundación Argia la ofrecieron Luis Mari Arana, María Álvarez y Alberto García. La atención que tiene entre sus servicios no se ciñe solo al apoyo socioeducativo sino que abarca también al ocio. “En el club social podemos disfrutar de nuestro tiempo libre y amistad. Somos los socios los que decidimos y la participación es libre y autogestionada”, subrayó Álvarez.
Respaldo a las mujeres
La décima edición cerró sus premiados con Askabide, que desde hace 40 años ayuda a las mujeres que ejercen la prostitución. Y su presidenta, Miriam Santorcuato, se mostró orgullosa del “programa de agentes ya que nos permite acercarnos a las mujeres desde la cercanía y el respeto, creando espacios de confianza. Askabide está para responder a las demandas y necesidades que nos pidan las mujeres”.
El broche de oro lo puso el Mago Tor con su último truco de magia para el que contó con la colaboración de Oinatz y María, de la Asociación Amesten, así cómo 20 euros que ardieron y aparecieron en un ¡limón! Una velada cargada de risas y agradecimientos a todos los que hacen posible una Bizkaia con futuro.