En estos 35 años ha cambiado tanto el modelo de atención como el de gestión de la Fundación Argia que trabaja con personas con enfermedad mental. “Antes el centro estaba cerrado, había que pedir permiso para entrar y salir… Ahora los profesionales estamos para acompañar en sus proyectos de vida a los usuarios ya que el servicio está a disposición de la persona”, asegura Nerea Loizaga, gerente de la entidad.
No en vano, la Fundación Argia nació de la mano de los padres trinitarios. “Y en 1990 empezaron a hablar de liberar a los cautivos de la mente. Por eso, la misión de Argia es mejorar la calidad de vida de los usuarios y la imagen que la sociedad tiene de ellos”, apunta Ramón Tejada, responsable de Comunicación y Sensibilización, mientras subraya el “estigma” que permanece sobre las “personas con un diagnóstico de enfermedad mental”. En esa línea considera imprescindible “trabajar la conciencia social para darles el espacio que se merecen”.
“Es la primera vez que siento que hay un sitio para mí en la sociedad”
Acercamiento a la sociedad
Esa labor se materializa, por ejemplo, en las charlas que los usuarios de la Fundación Argia imparten en los colegios. “Cuando damos las charlas no damos una imagen ficticia de nosotros. Somos ejemplo de cómo somos las personas con enfermedad metal”, expone Luis Mari Arana, uno de los usuarios de la entidad que comparte experiencias con su compañero Txema Olaetxea quien subraya su implicación para “desestigmatizar” y que “la sociedad nos estime porque somos gente normal con nuestros derechos y deberes”. De hecho, Olaetxea afirma sin lugar a dudas que “llevo dos años en Argia y es la primera vez que siento que hay un sitio para mí en la sociedad. Nadie me juzga. Es muy duro vivir con una enfermedad mental y aquí tenemos una atención psicológica muy buena”.
Recurso necesario
“El 80% de todas las plazas que tenemos están conveniadas con el departamento de Acción Social de la Diputación Foral del Bizkaia”, precisa Ziortza Ostolozaga, directora técnica de la entidad, a la vez que indica que “las personas tienen que tener una valoración de dependencia, un grado de discapacidad y unas valoraciones de las que se encarga Acción Social. La enfermedad mental produce dificultades y lo que pretendemos es ofrecer los apoyos para equilibrar esas dificultades para que cada uno decida la vida que quiere llevar”.
“Los profesionales acompañamos en los proyectos de vida a los usuarios”
Una vez se acercan hasta la Fundación Argia se traza un acompañamiento integral de cada usuario. “Ofrecemos los servicios en función de cada persona. Contamos con atención 24 horas que es a través del servicio de residencia y supone la atención más intensiva”, describe Ostolozaga quien detalla que “en el hospital de día son ocho horas de atención” y además también cuentan con “viviendas con apoyo, que son viviendas compartidas donde pernoctan las personas usuarias y hacen actividades muy orientadas a fomentar la autonomía y adquirir nuevas habilidades”.
Independencia personal
Otro de los ejes de los servicios de la Fundación Argia son el programa de “apoyo a la vida independiente Zabalduz” en el que los usuarios residen en sus domicilios y la atención se ciñe al “apoyo socioeducativo” con el fin de poder permanecer el mayor tiempo posible en sus residencias. Y, como no podía ser de otra manera, también hay espacio para el tiempo libre y lo hacen a través de su club social. “Es un club de ocio, de relaciones, autogestionado por las propias personas que son socias”, apunta la gerente de la Fundación Argia que indica que esta actividad “no está conveniada con la Diputación Foral de Bizkaia.
Todo ello para “poner el foco en la persona”, moviendo “las fichas necesarias” para responder a “las necesidades de cada persona”, sentencia Loizaga. Sin embargo, no todas las franjas de edad están atendidas y ponen su mirada en los más jóvenes. “Algo estamos haciendo mal cuando alguien joven tira la toalla tan pronto”, apunta Txema Olaetxea y la gerente de la entidad asume “que todavía no estamos preparados. Los recursos que hay son insuficientes”.