En una situación convulsa como la que se vivía en Bizkaia a mediados de los años 80, surgió Askabide, una entidad nacida al calor del voluntariado y personas vinculadas “a la zona de las Cortes” en Bilbao. “En 1985 había un colectivo importante de mujeres que ejercía la prostitución en esta zona. Estaban en una situación de precariedad, desprotección…”, describe la presidenta de Askabide, Miriam Santorcuato, que subraya que “empezó atendiendo a mujeres del barrio” y ahora ha extendido su respaldo “a mujeres de Bizkaia, incluidas aquellas mujeres que están en un alto riesgo de exclusión”.

En estas cuatro décadas de trayectoria, el perfil de mujeres ha ido cambiado. “Ahora son mayoría las de origen extranjero”, precisa Álex López, gerente de la entidad, que también destaca “la profesionalización” de Askabide ya que “los proyectos tienen una mayor complejidad”. De hecho, el trabajo de la entidad “se ha ido adaptando al perfil de las mujeres, aunque lo que siempre les caracteriza es un bajo nivel socioeconómico, son invisibles, están desprotegidas y muchas sufren violencia”, desliza Santorcuato. Por ello, una de las premisas con la que desarrollan su labor es quitar “el estigma” que se asocia a las mujeres que ejercen la prostitución. “No se las ve como mujeres con derechos. Por ello, nosotros no les juzgamos y le tratamos con respeto. Es la clave”, afirma la presidenta de Askabide.

El perfil de las mujeres que ejercen la prostitución es un bajo nivel socioeconómico, son invisibles, están desprotegidas y muchas sufren violencia

Miriam Santorcuato - Presidenta de Askabide

Proyectos

Una de las iniciativas sobre la que más orgullosos se sienten en Askabide es “del programa de agentes donde nos acercamos a los lugares donde las mujeres están ejerciendo la prostitución. Participan profesionales junto con mujeres que han ejercido la prostitución o han estado en situaciones de exclusión. Es más fácil hablar con una persona que ha estado en tu misma situación”, razona Miriam Santorcuato que subraya que “este proyecto es clave porque nos acerca a los lugares en los que ellas ejercen”.

Además de esa propuesta, “tenemos un centro de acogida que es un centro de atención e información para las necesidades que tengan”, describe Álex López. Otras de las vías con las que cuentan para atender a las mujeres “es el programa específico para víctimas de trata de explotación sexual, el servicio de atención diurna en el que se trabaja la inclusión con las mujeres y una red de pisos de gestión propia que los utilizamos para la autonomía de las mujeres”.

Todos estos programas y proyectos tienen como fin dar respuesta a “uno de nuestro grandes valores que es acompañar a las mujeres en lo que ellas nos demanden, respetando sus procesos y objetivos”. Por ello, “la intervención y la sensibilización” son los ejes sobre los que se sustenta una labor que se ha gestado en los últimos 40 años y que tiene visos de continuar.