Todas las conversaciones en las estaciones abordan el mismo tema, aunque atendiendo al cartel de salidas y llegadas de trenes y autobuses en las estaciones de Bilbao, parece que nada hubiera pasado. 

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Las consecuencias del apagón en Bizkaia Miguel Acera /Markel Fernández/Oskar González/Pankra Nieto

Las colas y el pánico que ayer lunes reinaban en las diferentes estaciones han dado paso a la tranquilidad de un día rutinario en tanto en Bilbao Intermodal y la estación de Renfe Abando. Una situación que dista mucho de lo que se esperaba tras el apagón masivo que dejó sin suministro eléctrico a todo el Estado y a Portugal.

 "Al ver todo lo que pasó ayer tuvimos miedo de que se nos aplazará el viaje que teníamos previsto para hoy, porque pensábamos que la demanda sería mayor y habría problemas", relata José Martínez, un gallego al que el apagón le pilló fuera de casa. Sin embargo, señala que no han tenido comunicación alguna de que su viaje de vuelta a casa se posponga, por lo que confiesa que respira tranquilo.

Bizkaia recobra poco a poco la normalidad tras el apagón eléctrico Pankra Nieto

Francisca Ocaña, que llegaba en un tren desde Amurrio a la estación de Renfe en Abando, afirma que no ha estado preocupada por el funcionamiento de los medios de transporte. “Daba por hecho de que iba a ser algo temporal. Por suerte tengo coche, así que me había planteado llegar hasta Basauri por carretera y allí enlazar con el metro”, cuenta nada más salir del tren. 

Piedad de la Hoz es una de las usuarias que ha viajado esta mañana en el tren de cercanías, cuyos billetes hoy eran gratuitos por los estragos ocasionados durante este lunes. “Estaba en el centro de Bilbao comprando ropa en una conocida tienda cuando se fue la luz. Luego cogí mi radio a pilas, que gracias a ella pude enterarme de todo”, asegura. Lo que más le sorprendió fue la rapidez con la que los servicios de transporte público comenzaron a funcionar. "No me esperaba que fuese así para nada", señala. 

Los establecimientos y demás negocios de las estaciones funcionan con total normalidad, tal y como explica uno de los empleados: “Estamos trabajando como si no hubiera pasado nada”.