La renovación de los sistemas de contención de la autopista A-8 a su paso por el nudo de Basauri culminará el próximo mes de octubre. Las obras se han prolongado durante dos años a lo largo de casi cuatro kilómetros, incluyendo la carretera BI-625 y todos los ramales del entorno, invirtiendo 5,3 millones de euros para adecuar a la nueva normativa los guardarraíles y biondas de los márgenes de las calzadas.

La actuación surgió como resultado de una inspección de seguridad viaria en la autopista realizada en mayo de 2017, en la que se detectó que algunos de los sistemas de contención estaban obsoletos y no cumplían con la normativa de seguridad. Y es que, en las últimas décadas, el conocimiento y las exigencias en la materia han ido evolucionando, lo que ha derivado en normativas nuevas. Muchos de los sistemas utilizados en los últimos años no se instalarían hoy en día, ya que no alcanzarían los criterios de diseño vigentes hoy al resultar lesivas, como las colas de pez expuestas o perfiles con aristas vivas.

En concreto, se detectaron varios sistemas de contención obsoletos que no cumplían con la normativa vigente en el tramo en el que se ha actuado, entre los puntos kilómetros 109,8 y 113,3, como pretiles mixtos de hormigón y acero sobre las estructuras, tanto de la A-8 como en la BI-625 y algunos ramales. La mediana de la A-8 no disponía de un nivel de contención suficiente a lo largo del estudio, por lo que no cumplía con la normativa. También se observaron que había barreras que no tenían la anticipación o prolongación suficiente, sobre todo en pórticos, banderolas y pilas, que en algunos casos no cumplían los anchos de trabajo necesarios.

Además, se detectó que algunos extremos no contaban con abatimientos adecuados, sino que eran de tipo cola de pez, así como interrupciones de barreras mal realizadas y alineaciones inadecuadas. En alguno tramo tampoco se había instalado sistemas de contención para motoristas, cuando resultaba necesario.

A lo largo de los casi dos últimos años, se están reponiendo los sistemas que se habían quedado obsoletos o no cumplían con el nivel de contención requerido y colocando en la mediana barreras de hormigón que aseguren un nivel de contención suficiente. Se están sustituyendo, además, todos los abatimientos y alineaciones que no son adecuados, y se han instalado guardarraíles para motoristas en los tramos necesarios.

Dependiendo de la estructura, se colocan barreras de hormigón in situ o pretiles metálicos. Debido al aumento del nivel de contención va a ser necesario reforzar la armadura en varias estructuras, así como hidrofresar una franja de tablero, desplazar señales y pórticos, y disponer nuevos elemento de drenaje donde se han colocado barreras de hormigón, para recoger el caudal de la calzada y desaguarlo correctamente.

Ha sido un obra compleja, en un punto de la red viaria vizcaina, la autopista A-8, que presenta un elevado tráfico diario. Por ello, la actuación se ha dividido hasta en 18 fases, para evitar reducir al mínimo las afecciones a la circulación, aunque sí ha sido necesario cortar ramales y carriles, estableciendo desvíos alternativos principalmente en horario nocturno.

Las obras comenzaron en septiembre de 2023 y tienen un plazo de ejecución de 25 meses, por lo que está previsto que finalicen el próximo octubre. En las próximas semanas se continuará con los trabajos, concretamente a la salida del túnel de Malmasin en dirección Basauri. Posteriormente, y hasta que concluyan las obras, se seguirán sucediendo distintas afecciones en los ramas del enlace en los que queda por actuar y en la mediana del tronco de la autopista A-8.