Con la recreación del incendio de seis elementos patrimoniales en el casco histórico (Puente Viejo, iglesia de San Juan, palacio Horcasitas, oficina de turismo, iglesia de San Severino y ayuntamiento), dos más que la vez anterior, la representación de la quema de Balmaseda por las tropas francesas es uno de los principales acontecimientos de 2024 en la villa. Se acepta el 8 de noviembre de 1808 como fecha de un episodio que marcó profundamente en su tiempo por efecto devastador y consecuencias sociales y económicas.
Pero, ¿y si los hechos ocurrieron en realidad un día después? Antes de presentar el viernes 20 de diciembre a las 19.00 horas en la kultur etxea su revista de 2024, que recoge artículos sobre historia y cultura de la villa, la asociación Pro Balma hiló la actualidad de la reciente escenificación con un artículo firmado en el número del año pasado por su vicepresidente, Valentín Ibarra, y Jacob Stettin.
Valentín Ibarra argumenta que en el libro de defunciones de la parroquia de San Severino consta que “Antonio de Herrero, soltero de 80 años poco más o menos, finó entre las ruinas de las casas quemadas el 9 de noviembre de 1808”, día en el que también fallecieron “las viudas María de los Heros (70 años) y Damiana de Tobalina (55 años) y Fausto Antonio de Ibarra (68 años), (antepasado del propio Valentín Ibarra) sin recibir sepultura eclesiástica por la invasión de las tropas francesas”, ya que las autoridades eclesiásticas habían abandonado la villa huyendo del avance de la Guerra de Independencia. Expuso que “el texto de Martín de los Heros” (1783-1859) político y autor de La historia de Balmaseda, recoge que el 8 de noviembre Balmaseda sufrió un voraz incendio, del que fueron ejecutores los soldados holandeses de la brigada del general Chassé”.
Siguiendo su relato, mientras avanzaban por el territorio, los soldados debieron vivir algo parecido al temporal que ha azotado estos días Bizkaia. “Imperaban la lluvia, el frío y los fuertes vientos. Las botas de los soldados se atascaban en el barro y llevaban los capotes día y noche durmiendo con frecuencia a la intemperie y, a veces, siendo privados de sueño”, describe. Mientras el contingente napoleónico se aproximaba, en Balmaseda “huyeron sus 2.000 habitantes, incluyendo el alcalde, Martín de Antuñano, junto a su esposa, Micaela Hernáiz y sus ocho hijos menores, otras autoridades como los curas y el clero secular, los frailes del convento de los Carmelitas y las monjas del convento de Santa Clara” probablemente muchos hacia Karrantza, donde el texto de la revista de Pro Balma refiere que enviaron libros y documentación del archivo municipal.
La noche del 3 de noviembre de 1808 entraron en Balmaseda “7.000 soldados de infantería, que llevaban tres años combatiendo al mando del general Villatte”, quien informó de que no hay más de veinte habitantes, todo el resto ha huido. El sábado 5 de noviembre, “ante el ataque de las brigadas de Galicia y asturiana del ejército del general Blake, Villatte retiró su división con 300 bajas de Balmaseda a Bilbao”. Informado desde Gasteiz, un seguramente encolerizado Napoleón dio la orden de “acabar con el ejército de Blake” y así, el 7 de noviembre “el mariscal Lefebvre con el cuarto cuerpo de la Grande Armée salió de la capital vizcaina y encontró a Blake, del bando contrario, en Güeñes”. Al día siguiente, 8 de noviembre, martes, “a la puesta de sol” marcharon sobre la villa “17.000 soldados de infantería”. En estas circunstancias “no es lógico que incendiaran casas, más bien se refugiarían de la lluvia, encenderían las chimeneas y pernoctarían en ellas”, reflexiona Ibarra.
El 9 de noviembre “al mando del barón de Chassé (David Hendrick), la brigada holandesa compuesta por dos regimientos con 4.000 soldados llegó a Balmaseda”, donde se toparon con “saqueos de casas a toda máquina”. Al compás de sus músicos, la brigada holandesa “subió por una calle, mientras algunas casas ardían”, en el otro extremo del casco urbano, “Lefebvre ordenó a Chassé que con su brigada y el regimiento Darmstadt fuese a Bilbao como gobernador militar”.
En la mañana del día 9, “el mariscal Lefebvre salió de Balmaseda con sus divisiones Leval y Sebastiani” hacia la localidad burgalesa de Villarcayo para proteger el avance de Napoleón”, mientras que Villatte con su tercera división “continuó la persecución del ejército de Blake hasta que entablaron batalla en Espinosa de los Monteros el 10 y 11 de noviembre, a la que se unió el mariscal Víctor con el primer cuerpo que llegó desde Orduña”. Un episodio que figura grabado en el Arco del Triunfo de París, como recordaron en la narración que cerró la cuarta edición de la representación popular.
Los datos
- Viernes 20. A las 19.00 horas en la kultur etxea de Balmaseda se presentará al revista de 2024 de la asociación Pro Balma.
- Artículo. En un artóculo de Valentín Ibarra y Jacob Stettin se genera la duda sobre cuándo sucedió realmente la quema de Balmaseda en 1808.
La cifra: 4
El pasado 9 de noviembre se escenificó la cuarta representación de la quema de Balmaseda. Las anteriores fueron en 2008, 2014 y 2019.