Tras la multitudinaria jornada festiva del lunes en Portugalete, es tiempo de hacer balance de lo vivido en esas intensas horas en la noble villa jarrillera con motivo de la celebración de Virgen de La Guía, fiesta organizada desde hace más de medio siglo por Berriztasuna Taldea. “Es difícil de calcular el número de personas que nos visitaron, pero estimamos que alrededor de 25.000 o 30.000 personas disfrutaron de la fiesta de la Virgen de La Guía”, señaló Estibaliz Freije, edil de Cultura del Ayuntamiento de Portugalete.

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En imágenes: la lluvia matutina no frena la festividad de una Virgen de La Guía multitudinaria en Portugalete M.A. Pardo

Lo cierto es que esas cifras superan con creces la previsión que pudiera hacerse viendo el desarrollo de las primeras horas de la fiesta. La procesión de la Virgen de La Guía fue la menos multitudinaria que se recuerda debido a las inclemencias meteorológicas y en esas primeras horas también contó con menos público del habitual otro acto muy especial como es la bajada txiki. Además, tuvo que suspenderse la bajada de los cabezudos. Pero pasado el mediodía la lluvia cesó y dio paso al sol y, con ello, la fiesta tomó el pulso de otros años. Desde ese instante, el público respondió a su cita con la fiesta de la Virgen de La Guía y no falló. La calle Coscojales se llenó hasta los topes para la tradicional bajada de las 15.00 horas y ya por la tarde pudieron desarrollarse con total normalidad las actividades que estaban previstas en la programación festiva.

Pasada esa bajada, la participación en la fiesta no decayó y muestra de ello fueron no solo las actividades a desarrollarse en horario de tarde, sino el aspecto que mostraba la calle Coscojales, vía que estuvo llena de personas y de buen ambiente hasta altas horas de la noche. Lo mejor de todo, es que, hasta el momento, no se ha tenido conocimiento de incidencias destacables. “Hasta ahora no tenemos constancia de incidentes graves y agradecemos a todos los portugalujos y quienes nos visitaron que supiesen celebrar la fiesta de una forma adecuada”, destacó Freije. En dicha jornada, los servicios de limpieza se tuvieron que emplear a fondo, puesto que recogieron más de 4.000 kilos de basura y con su labor lograron que la noble villa jarrillera luciese en la jornada de ayer como si el lunes nada hubiera ocurrido.