El rap es mucho más que una forma rítmica de establecer juegos de palabras increíbles. Es mucho más que un arte. Es también una forma de tejer amistades y de crear comunidad. Con esa intención, la de crear comunidad, nació en Portugalete el proyecto Passion Sessions hace unos meses y toda esa labor que se cocina a fuego lento en el espacio cultural Meraki –ubicado en el centro cultural Santa Clara– va dando sus frutos. Así, mañana se podrá disfrutar de Passion Sound, una cita que servirá de punto de encuentro para artistas de rap y seguir construyendo una comunidad cada vez más grande y sólida.

El evento tendrá lugar mañana y ofrecerá una amplísima variedad de expresiones dentro del arte urbano. En este sentido, se podrá disfrutar de una batalla de gallos, conciertos, freestyle... Y el evento tiene asegurada la participación de, al menos, una decena de raperos. La aspiración de la organización de este evento es que el número de inscritos crezca ya que la inscripción se podrá realizar en el propio centro cultural Santa Clara instantes antes de que dé comienzo la actividad.

“Creo que debemos seguir trabajando en abrir aún más la comunidad y creo que con eventos como el que celebraremos mañana podemos ampliar esa comunidad. Hay gente con mucho talento que está empezando”, señaló Álvaro Cabello, impulsor del proyecto Passion Sessions, quien ve cómo, poco a poco, su idea va calando. De esta manera, Passion Sound dará comienzo a las 16.00 horas y, desde ese momento, el rap será el protagonista en el centro cultural Santa Clara gracias a la presencia de referentes del mundo del arte urbano. “Tenemos preparado una buena cantidad de espectáculos. Vamos a tratar de atraer a todos los públicos posibles del arte urbano”, explicó Iker Fernández, otro de los responsables de la cita.

El proyecto está creciendo a un ritmo increíble y se le aventura un techo muy alto. Y es que Passions Sessions –el proyecto matriz del que ha surgido Passion Sound– fue una iniciativa ideada por Álvaro Cabello, quien este último semestre ha estado haciendo prácticas en el Servicio de Juventud del Ayuntamiento de Portugalete, Gazteria. Este estudiante de Psicología y amante del rap vio la posibilidad de construir una comunidad de raperos jóvenes de entre 16 y 30 años para, de este modo, no sólo impulsar el arte de estos jóvenes, sino también ofrecerles salidas a nivel social.

El paso de los meses ha demostrado que el proyecto de este joven –que estudia 4º de Psicología en la Universidad de Deusto– tenía futuro y un cierto tirón. “Álvaro ha buscado un grupo de jóvenes que unen su amor por la música urbana y les ha ayudado a abrirse, a encaminarse en la vida y a explotar sus inquietudes”, indicó Pedro Azkarretazabal, concejal de Juventud del Ayuntamiento de Portugalete, una villa que se mueve a ritmo de rap.