El pasado 8 de mayo, la antorcha olímpica, símbolo de paz y amistad entre los pueblos, inició en Marsella su recorrido por suelo francés. Hasta el 26 de julio, día de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024, la llama alumbrará alrededor de 12.000 kilómetros de un trayecto que pasará por más de 400 ciudades y poblaciones de un país volcado ya en el evento. Nada de esto sería posible sin la participación y predisposición de los 10.000 portadores de la antorcha que tendrán el privilegio de llevar este emblema del olimpismo por toda Francia, desde las grutas de Lascaux hasta el monte Saint-Michel, pasando por Teahupo'o o, incluso, por Tahití.

Uno de ellos será el amurrioarra Javier López, desde 2018 jefe de los Servicios Médicos de las plantas de Bridgestone en Basauri y Usansolo elegido por sus compañeros, junto con otros empleados de la compañía a nivel mundial, por considerar que representan los valores olímpicos de respeto, amistad y excelencia. Para Javier, su designación fue “toda una sorpresa” hasta el punto de que “yo no me postulé, alguien me nominó, pasé los filtros y en la votación final salí como uno de los dos representantes de la compañía en el Estado y entre los 20 empleados que tendrán el honor de llevar la antorcha a nivel mundial”. Sus palabras hacia todos los que han hecho posible que en pocos días viva una experiencia “única, impensable e ilusionante”, es, sobre todo, de “agradecimiento”.

Recibir la noticia fue “un subidón”, reconoce. Javier López siempre ha estado en contacto directo con el deporte. “De joven, sobre todo, colectivo jugando a fútbol o futbito” y desde hace unos 8 años empezó a aficionarse a “andar por el monte, después me animé a apuntarme a marchas y a alguna carrera y acabé perteneciendo al club Amurrio Trail Taldea” que, además, colabora en iniciativas y causas benéficas como Montes Solidarios o con la asociación Aefat integradas por familias con hijos que padecen la enfermedad rara ataxia telangiectasia. Con ellos y por ellos, “empecé a correr maratones solidarios para recaudar fondos para la investigación de un tratamiento o cura”. Pero, a pesar de ser tan aficionado al deporte, “las olimpiadas solo las había visto por la televisión y nunca me hubiera imaginado que iba a participar de esta forma”.

200 metros el 11 de julio

Ese inolvidable momento llegará el 11 de julio. Javier López portará la antorcha durante un tramo de 200 metros durante la etapa que discurrirá en Auxerre (Departamento de Yonne) y lo vivirá, de cerca, “con mi mujer, porque la organización nos deja llevar a un acompañante, pero espero que pueda acudir, también, alguno de mis 4 hijos”. La espera se está haciendo larga, aunque llevadera gracias a los mensajes cargados cariño, ánimo y , también, de bromas. “Me dicen: Javi, no te caigas. Javi, no la rompas. O, Javi, ¡llévate un zippo!”, comenta.

Y, tras esos emocionantes 200 metros, no se acaba su vinculación directa y activa con los Juegos Olímpicos de París. “Hace año y medio, Bridgestone, como empresa colaboradora y patrocinadora, nos empezó a mandar mensajes informando de que teníamos la posibilidad de participar como voluntarios. A esto sí que me apunté yo y, tras pasar varios filtros, acabé seleccionado”, explica. Así que, “también voy a estar ayudando y colaborando con la organización del 27 de julio al 10 de agosto, en la sede de piragüismo y remo”, precisa.

Aún tiene que recibir más información sobre cuál va a ser su cometido concreto, pero “estoy también muy ilusionado”. En sus días libres, que los habrá, espera poder acudir como espectador a alguna prueba o competición. Su deseo sería “poder ver a Alcaraz y Nadal o algo de atletismo o de gimnasia”.