Ibilaldia tiene sonido: de batukada, de coros, de bandas musicales en conciertos... Tiene baile: de grupos de danza getxotarras, de pies anónimos que se mueven al ritmo de la música... Tiene sabor: de talos, de dulces artesanos, de pintxo de tortilla...

La fiesta de las ikastolas de Bizkaia, en la edición del Txonbo que al final ha tenido que sacar el paraguas, se empapa del mejor ambiente. Cientos de personas de Getxo y de otros puntos del territorio disfrutan, dan color, e insuflan vida a este evento multitudinario.

"De joven he ido a todos los ibilaldis y ahora, voy con mis hijos", reconoce Aitor, desde la plaza Biotz Alai, donde hay instalados hinchables en los que brincan y sonríen los niños. Los peques, desde luego, son protagonistas de esta cita, son la semilla del euskera. Cerca de ese punto, la Plaza San Nikolas hierve. "Es un día emocionante", reconoce Nora. Y en efecto se nota. Hasta la lluvia se ha querido sumar a la fiesta para incordiar un poco...

El testigo para Galdakao

"Pase lo que pase, siempre Ibilaldia", enfatiza Itziar, una de las muchas fieles a esta celebración. Aquí o allá. El año que viene tomará el testigo Galdakao, de hecho. "Allí estaremos", asevera esta vecina de Algorta.

Pero claro, nada será igual a la edición de casa... Por eso, toca aprovechar, hacer el recorrido de las cuatro zonas, tomar algo, reencontrarse con conocidos, hablar en euskera, participar en los actos. Ikastola San Nikolas, plaza del mismo nombre, Puerto Viejo y playa Ereaga palpitan con el Ibilaldia. Y lo que queda!