Alberto de Palacio y Elissague fue un profesional excepcional y un erudito de su tiempo. Desde muy joven residió en Portugalete en la Casa Epalza, destacando ya desde aquel momento como un estudiante extraordinario. En el año 1882 se licencia en Arquitectura por la Escuela de Arquitectura de Barcelona con el número uno de su promoción. Tras finalizar estos estudios, viaja a París donde se formará en múltiples disciplinas como ingeniería, matemáticas, astronomía y medicina.

El Puente de Bizkaia, su obra más internacional, está situado en la boca del río Ibaizabal, en el punto en el que el estuario navegable de Bilbao se abría al mar hasta el siglo XIX. Inaugurado el 28 de Julio de 1893, fue diseñado en origen para enlazar las localidades de Portugalete y Getxo, consiguiendo facilitar las comunicaciones entre las dos márgenes del Nervión sin interrumpir la navegación de uno de los puertos fluviales con más tráfico naval de Europa.

Fusión de tecnologías

Al inicio de la obra, el arquitecto vizcaíno realizó un minucioso trabajo de análisis de todas las opciones posibles para el proyecto; desde un transbordador sobre carriles, barcazas y gabarras flotantes, hasta puentes giratorios, levadizos, basculantes, submarinos, e incluso elevados. Finalmente, la infraestructura, tal y como la conocemos hoy en día, fue el resultado de fusionar la ingeniería de puentes colgados de cables (desarrollada a mediados del siglo XIX) con la técnica de grandes vehículos mecánicos accionados con máquinas de vapor.

Reclamo turístico actual

Desde su construcción y su pasado industrial, el Puente de Bizkaia ha ido evolucionando hasta convertirse en uno de los principales reclamos turísticos de Euskadi, siendo el enclave mejor valorado en las últimas encuestas elaboradas por la Agencia Vasca de Turismo, Basquetour

Además de favorecer el desarrollo económico de la zona, la apertura de la pasarela al público en el año 2000 atrajo el interés y curiosidad de turistas de todo el mundo, pasando de 37.334 visitas en ese año a las 106.150 de 2016. Tras un parón obligado por la pandemia, en 2021 el Puente cerró el año con un total de 86.000 visitas, confiando en volver pronto a las cifras pre-pandémicas. 

Conexión BBC

La inicial BBC (Bilbao-Barcelona-Cartagena) da nombre a una iniciativa que nació fruto de la reflexión acerca de las relaciones urbanas y de la conexión existente entre estas tres ciudades. Bajo la característica común de ser enclaves marítimos portuarios que han ido evolucionando hacia modelos de desarrollo económico, cultural y turístico, la inicial BBC se materializó durante el XVI Encuentro de Gestores de Patrimonio Mundial, celebrado en Mérida en septiembre de 2022. 

A raíz de este encuentro, y de cara a la celebración del 131 aniversario del Puente de Bizkaia en julio de este año, surgió la idea de unir lo urbano con la figura de tres creadores con genialidades diferentes, que dejaron una impronta social muy destacada y visible en las ciudades donde vivieron. 

Así, el ingeniero Isaac Peral, y los arquitectos Alberto de Palacio y Antonio Gaudí, genios de su época con una vocación creadora y un deseo insuperable de aprender, superaron muchos de los retos y limitaciones materiales, ideológicas y comunicativas de la época. Su desbordante y visionaria creatividad se puede seguir disfrutando a día de hoy, gracias a su legado reconocido internacionalmente

A través de estas tres figuras, la BBC representa un ejemplo de conexión entre ciudades, desde una mirada y enfoque del patrimonio cultural transversal e interconectado. Una alianza entre lugares distintos, pero con valores comunes, en línea con el reconocimiento de la UNESCO de aquellos sitios de importancia cultural o natural que gozan de carácter excepcional.  

Don Martín Alberto de Palacio y Elissague (1856-1939) fue el autor original del proyecto del Puente Transbordador de Bizkaia.

De puente en estado crítico a patrimonio mundial 

En 1995, la sociedad El Transbordador de Bizkaia ganó el concurso para la explotación de un puente que, según los informes técnicos de la época, se encontraba en estado crítico. Así, la nueva compañía inició un proyecto integral de saneamiento, rehabilitación y modernización de la estructura, devolviendo al puente su función original. 

Durante los tres años que duró este complicado proceso, se retiraron partes postizas y otras que eran una amenaza para la conservación. Se saneó la estructura, se separaron los edificios auxiliares de las torres, se automatizó la operación, y se hizo visitable la pasarela superior, todo ello sin interrumpir el servicio.

En 1998, el equipo de conservación del Puente de Bizkaia culminó un proceso técnico, en coordinación con varias empresas vascas del sector del ferrocarril, grúas, motorización, y electrónica, que ha seguido incorporando numerosas mejoras desde entonces. Son muchos y complejos los procesos a abordar para que esta infraestructura siga uniendo y comunicando las dos márgenes de la ría. 

Todas estas acciones y esfuerzos han colaborado en un mayor conocimiento del Puente de Bizkaia y del pasado industrial del territorio. A nivel internacional, todo el proyecto fue reconocido, primero en 2002, por la federación pan-europea para el patrimonio europeo Europa Nostra y, posteriormente, en 2006 por la UNESCO. Este proceso y esfuerzo resultaron clave para el reconocimiento del Puente Colgante de Bizkaia como Patrimonio Mundial de la Humanidad en ese año.