El Puente Bizkaia, icono de la arquitectura donde los haya, cumple 130 años y lo conmemora con la celebración del VII Congreso Mundial de Puentes Transbordadores que tuvo lugar el pasado 28 de julio en Getxo. Allí se abordaron cuestiones clave relativas a este tipo de construcción, reivindicando su función actual para transportar personas, cargas y vehículos.

En este sentido, la directora gerente del Puente Bizkaia, Marta Uriarte, explica que “estos puentes tienen fortalezas indiscutibles pero también están sometidos a amenazas. La inercia de una forma de vida y la creencia general de que construir es moderno, lleva a nuestros dirigentes y a los gestores de empresas, bancos y consorcios a querer mantener a ultranza modelos de consumo que ya se sabían fallados hace 40 años…”. 

Los caprichos de la vida quisieron que un arquitecto vizcaino que frecuentaba París, Alberto de Palacio y Elissagüe, concibiera en la década de 1880 y patentara en 1893 el primer “Puente Transbordador” del mundo, junto con el ingeniero francés Ferdinand Arnodin. Un puente que consistía en una estructura metálica tan alta como para dejar paso a los mayores barcos, un carro que rodaba sobre ella y una barquilla colgada en la que irían carruajes y personas.

Resueltos los temas estructurales con el concurso de perfiles laminados y platabandas remachadas, piezas de fundición y cables, aún quedaba pendiente la forma de plantear de manera segura, fiable, económica y cómoda el desafío de la traslación a una cota muy elevada. “Alberto quería que el puente funcionara con aire comprimido, pero tuvo que conformarse con ser tirado por un cable... hasta que nosotros, en 1998 volvimos a su idea, moviéndolo desde entonces como un tren, con 12 motores en eje eléctrico que ya llevan tres millones de viajes”, avanza Uriarte con satisfacción.

Es difícil tener un dato exacto de cuántos puentes como este se hicieron, porque algunos se proyectaron y no se construyeron, otros no se terminaron, etc., pero se estima que fueron tramitados unos 30 ejemplares de talla notable y probablemente muchos más modestos, siendo apenas 20 los que se hallan mínimamente documentados, seis en Francia, cinco en el Reino Unido, tres en Alemania, dos en Estados Unidos y solo uno en España, Rusia, Brasil, Argentina y Túnez.

A este respecto, la directora gerente del Puente Bizkaia subraya que “solo el nuestro, el primero, consiguió ser útil y bello en estos 130 años cumplidos en 2023. Así, nuestro puente, que empezó a vivir cuando la fuerza era de vapor, la luz era de carburo, la pintura de alquitrán, las ropas de lino y las uniones de remaches y roblones aplastados a martillo, se adaptó a la corriente continua de los tranvías, a la alterna de los saltos de agua y a la gasolina cuando aquellas faltaban, fue dejando los cables de acero y cáñamo y las numerosas poleas para firmar un acuerdo con los tiristores y la electrónica de potencia, con las pinturas sintéticas y con los cementos de epoxi de dos componentes, con los autómatas y controladores lógicos de potencia, con el Wi fi y la realidad virtual, todo ello sin apenas notarlo quienes lo cruzaban cada mañana”.

En este contexto, franceses, alemanes, ingleses y argentinos se han acercado al decano de los Puentes Transbordadores para interesarse por los secretos de la prolongada juventud de este coloso. Ellos “aparte de haber hecho piña con nosotros para lanzar la orgullosa Asociación Mundial de Puentes Transbordadores con el objeto de que el mundo conozca una historia, los conozca en persona y en marcha y considere si esta fórmula debería lanzarse otra vez al mundo”. A un mundo, a su modo de ver, “ahogado por millones de automóviles que no funcionan más allá de cien horas al año, que consumen materiales, calles y garajes, un invento, el automóvil, que se nos ha ido de la mano y que ya urge aprovecharlo con inteligencia a la vez que la logística urbana se rearma con puentes como estos ocho que quedan y una fórmula magistral que fue, siga valiendo para transportar personas, cargas y vehículos y a la vez sean obras espectaculares de la humanidad por cuyas entrañas puedan pasear familias, amigos, colegiales y profesores contemplando obra y paisaje como aquí puede hacerse”, reivindica Uriarte.

Conocer el pasado, presente y futuro de estas “magníficas infraestructuras”

“El objetivo del VII Congreso Internacional de Puentes Transbordadores es conocer de primera mano el pasado, presente y futuro de estas magníficas infraestructuras que son los puentes transbordadores de la mano de sus gestores ante un mundo cambiante donde la economía de materiales, la energía y el esfuerzo humano, la prolongación de la vida útil de las construcciones y manufacturas, la reutilización de elementos simples y complejos, debe conducirnos a mostrar la posibilidad de un orden mejor, bello, sostenible e inclusivo”, según manifiestan desde el Puente Bizkaia, organizador del evento.

Con esta intención, se ha celebrado en el edificio Bake Eder (Biskaytic) en Getxo en jornada completa, teniendo al Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia como partners. Se ofreció traducción simultánea.

El programa del congreso puede consultarse en: https://puente-colgante.com/congreso-internacional-puentes-transbordadores-130 aniversario/

Detalle del cartel del VII Congreso Mundial de Puentes Transbordadores

Detalle del cartel del VII Congreso Mundial de Puentes Transbordadores Puente Bizkaia