A sus 33 años, la edad de Cristo, el durangarra Markel Ganboa encarnará por segunda vez el papel de Jesús en La Pasión de la villa. La plaza de Santa Ana de Durango volverá a trasladarse al Jerusalén de hace 2.000 años con el propósito de rememorar la muerte y resurrección de Cristo. Reconoce que los nervios se llevan mejor que en 2022 cuando debutó como máximo protagonista de la representación y por ello Markel está disfrutando mucho más del proceso. “Hace dos años estaba como un flan a estas alturas; ahora estoy más tranquilo y eso me está dejando disfrutar”, reconoció satisfecho con su papel en la representación.

Markel Ganboa se ha convertido en un rostro conocido del acontecimiento cultural por excelencia en la villa. No en vano, lleva 23 años tomando parte. Con cariño rememora como siendo un niño acudió con su hermano, un amigo y la madre de este a presenciar una representación a Santa Ana y rápidamente quedó maravillado. “Recuerdo que al salir fui gritándole a mi ama que yo quería hacer eso. Al año siguiente con nueve años ya estábamos allí formando parte de La Pasión”, repasa aquellos inicios.

Tras una década realizando las funciones de pueblo, en 2007 Markel encarnó el papel de Juan. Con Juanjo Etxarte como director, fue el momento donde se realizó el primer relevo generacional y los jóvenes comenzaron a adquirir papeles más protagonistas. Desde entonces, Markel, además de Juan, también ha sido soldado, legionario, Herodes, Caifás y Judas el año pasado, entre otros personajes. Pero sin duda alguna, el hecho de encarnar el papel de Jesús son palabras mayores. “Eres la cara visible y se nota; es inevitable. Te pones nervioso, pero eso es lo guay porque te gusta lo que estás haciendo; si no lo estaría sería mala señal. La importancia del papel de Jesús lo notas en el pueblo cuando en la calle te paran para felicitarte o preguntarte cualquier cosa”, afirma.

Un año más, los asistentes a la plaza de Santa Ana volverán a disfrutar con el huerto de los olivos, el santo sepulcro, la última cena, el sanedrín o el palacio de Herodes como escenarios principales de la consolidada obra. Tampoco faltarán los latigazos a Jesús. En este sentido, Markel despeja dudas y aclara que “duelen, pero tampoco es tanto como parece. Hay mucho de actuación; sí que gritamos, pero se puede aguantar y sabes a lo que vas”.

Dirigido por Markos Echarte y Xabier Arana, los tres pases de esta edición tendrán lugar los días 27, 28 y 29 de marzo, funciones que darán inicio a las 21.00 horas y contarán con una duración aproximada de dos horas y media.

Como viene siendo habitual, en torno a 120 actores amateurs toman parte en el espectáculo escénico. Para que todo salga bien, en enero comenzaron los ensayos de lectura y desde hace un mes y medio los participantes se juntan los lunes y miércoles en la plaza de Santa Ana para perfeccionar las escenas. “La Pasión me aporta la satisfacción de saber que estás contribuyendo en el tejido cultural de tu pueblo de una manera voluntaria. Seguir haciéndolo con mi ama, hacerlo en familia y conocer a tantas personas es la más gratificante de esta experiencia”, zanja.