Las fresas procedentes de Marruecos que estaban contaminadas con hepatitis A entraron el pasado viernes por el Puerto de Bilbao, con destino a otro país de la UE, y ya han sido destruidas tras su detección por el sistema de alerta para el control de alimentos, sin que hayan llegado al consumidor. Es la segunda ocasión este mes en la que se detecta contaminación en cargamentos de estas frutas procedentes de Marruecos.

En este caso, se trataba de una partida de 2.000 kilos de fresas que eran transportadas en 400 cajas, informó ayer lunes a Europa Press el Ministerio de Sanidad, que explicó que siempre se procede al rastreo del envío de productos, se realizan todos los análisis necesarios con el fin de evaluar su calidad y determinar cualquier posible riesgo para la salud.

Por ello, explicaron que es habitual que se produzcan este tipo de situaciones, como el ocurrido con los dos episodios de fresas, aunque en esta ocasión ha trascendido a la opinión pública y en otras no trasciende. Lo importante en cualquier caso es que no pasan los controles.

Para Sanidad, la detección de alimentos contaminados demuestra que “el sistema funciona”, ya que se retiran y destruyen antes de que llegue a manos de los consumidores.

Fue el RASFF, sistema de alerta rápida para el control de alimentos y piensos en la Unión Europea, el que publicó el pasado día 15 la nueva alerta ante la presencia de hepatitis A en fresas provenientes de Marruecos. Tras entrar por el Puerto de Bilbao el viernes de la pasada semana, las fresas contaminadas fueron destruidas en el país de destino, que no era España, sino otro país de la UE.