La planta de Usansolo de Bridgestone, líder mundial en neumáticos premium y soluciones de movilidad sostenible, se posiciona como un ejemplo de eficacia en la gestión de recursos, tras conseguir la disminución de más de un 60% su consumo de agua en la fabricación de bladders. La Josefina, como comúnmente se conoce la planta, utilizaba una media de 27.000 litros de agua diarios, lo equivalente a tener todo un día un grifo abierto. Sin embargo, su nuevo sistema ha logrado minimizar este consumo hasta los 9.000 litros.

Según detalla Aitor Lafuente, director de la fábrica de Bridgestone en Usansolo, “el volumen del consumo de agua se usaba en la refrigeración de las tubadoras que se utilizan para la creación de bladders. Al principio se pensó en reducir el consumo de agua cerrando las llaves cuando las prensas estaban paradas, pero al hacerlo, las máquinas absorbían mucho aire, lo que generaba ampollas y burbujas en el producto final”. La planta encontró la solución definitiva el pasado mes de agosto y decidió cerrar la línea manteniendo la presión dentro de la misma, al tiempo que se clausuraba también el paso de agua en la salida final. Con ello se consiguió una significativa disminución de recursos hídricos, avalada por el Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia, que pudo comprobar in situ el buen estado de los contadores.

El ahorro de agua no es la única iniciativa sostenible de Bridgestone ya que, además, la planta cuenta con un programa de recuperación de desperdicio textil con el que ha logrado que sus excedentes sean el 1% del total que sale del almacén de materias primas. Habitualmente, las bobinas que se utilizan en sus telares son de 32.000 metros. Una vez que se han usado hasta los 31.500 metros, algunas comienzan a terminarse y esto obliga a parar todas las que no se han consumido, pasando a convertirse en residuos. Para no malgastarlos, se recogen y se crean nuevas bobinas de cable uniendo los restos.

Planta sostenible

Consumo de agua. La utilización de un nuevo sistema en la fabricación de bladders ha logrado reducir un 60% el consumo de agua y pasar de 27.000 litros diarios a 9.000 litros.

Desperdicio textil. A través de un innovador programa se logra dar salida a los restos de las bobinas de los telares y evitar su desperdicio.

Integración social. Además, esta última actividad la realizan 5 operarios de un centro especial de empleo, Integra, para personas con discapacidad.