Un pueblo sin memoria es un pueblo sin alma. Sestao es un municipio con alma y, a partir de ahora, tendrá muy presente en su memoria a las, al menos, cuatro víctimas del nazismo que nacieron y residieron en la localidad gracias a la colocación los stolpersteine, unos pequeños adoquines que muestran la identidad de las víctimas y dónde fueron torturados y, por desgracia, en la mayoría de los casos, asesinados. Con la colocación de las placas que recuerdan a Juan Antonio Zarandona, Julián Alcalde, Glorialdo Laza y Emeterio Lobato –este último es el único de los cuatro que no fue asesinado por los nazis– Sestao se convierte tras Busturia y Barakaldo en poner estas placas homenajeando a sus víctimas del nazismo.

“Esta iniciativa busca mantener viva la memoria histórica de aquellas personas que lucharon contra los totalitarismos y por la libertad de todas y todos y en este camino terminaron sufriendo persecución, exilio y, muchos de ellos, la muerte”,señaló Carlos García de Andoin, edil de Cultura del Ayuntamiento de Sestao.

Para hacer realidad la colocación de estas baldosas, ha habido años de trabajo de investigación realizado por Gogoan Sestao Elkartea, asociación de Memoria Histórica que ha realizado una valiosa labor que se ha culminado al lograr contactar con familiares de las cuatro personas homenajeadas. En este sentido, el sábado, a partir de las 12.00 horas, tendrá lugar un emotivo acto en el que una comitiva encabezada por la alcaldesa de Sestao, Ainhoa Basabe, y en la que estarán los familiares de las víctimas irá recorriendo los cuatro puntos del municipio en los que se han colocado estos stolpersteine: la calle Txabarri, La Galana, la calle Doctor Ferrán y la plaza Conde Balmaseda.