“Ha sido muy emocionante ver cómo la gente de Muskiz responde ante algo tan positivo como es la investigación sobre el cáncer de mama ”, acertaba a valorar la doctora María del Mar Vivanco, tras finalizar la marcha de la Marea Rosa organizada por la Asociación Contra el Cáncer de Mama de Muskiz (ACCM). “Se nota que es el ambiente de un pueblo en el que todos se conocen y en el que hay solidaridad”, remarcaba la directora de un estudio del BioGune de Derio sobre la recidiva. Es decir, la reaparición de un tumor después de haber sido tratado y aparentemente curado.

“Estamos dando pasos cada día. Me gusta pensar que no se trata solo de cuando se consigue algo que tiene trascendencia en los medios de comunicación, sino que cada paso, con los experimentos que hacemos en el laboratorio supone un paso adelante, porque sin eso no se podría llegar a conseguir ninguna nueva medicina ni tratamiento. Se está mejorando, pero para eso ha de haber investigación y eso es lo que hacemos todos los días”, planteaba la directora de este estudio, que lleva 18 años en los que los avances han sido significativos. Por ejemplo, la identificación de un biomarcador que permite establecer entre las pacientes el nivel de riesgo de desarrollar una recidiva. Un empeño investigador con el que se ha aliado la ACCM, que el pasado año donó 10.000 euros al estudio y que este año puede duplicar la cantidad a tenor de la venta de camisetas (unas 1.500), los kilómetros cero, las donaciones y los sorteos y actividades desarrolladas previamente a esta jornada deportivo reivindicativa.

“Hoy no es el día de las cifras, es de los agradecimientos a tantas y tantas personas, entidades, colectivos, clubes... que, de una manera u otra, han posibilitado y han apoyado esta segunda edición de la marea rosa contra el cáncer de mama, cuya finalidad no es otra que la de visibilizar esta enfermedad que afecta a mujeres pero también a hombres. Por eso, la prevención y la detección precoz implican a ambos sexos, y como no ponemos nuestro granito de arena económico para que el equipo de la doctora Vivanco siga con sus investigaciones. Con que sólo una persona se salve gracias a esta lucha nos damos por satisfechas”, resumía emocionada Mari Carmen San Genaro, presidenta de ACCM.

Multitudinaria

La marcha deportiva –tan recomendable también para las personas afectadas para evitar la recidiva– comenzó pasadas las 11.00 horas en las cercanías del kiosco de la plaza San Juan. Desde allí la columna se dirigió a través del barrio de Oiankas hacia Laureta para conectar con el barrio de Villanueva, desde donde bajó hacia el polígono de Las Acacias. De este punto, por la cuesta de Giba los participantes llegaron a Memerea, donde estaba instalado un escenario con música y animación, varios juegos hinchables y un puesto de avituallamiento. Varias generaciones familiares, parejas con y sin hijos, cuadrillas y personas de toda edad se dieron cita en esta jornada en la que tomaron parte varias mujeres que actualmente están en tratamiento. Como la orduñarra Ana Belén E. que, a sus 44 años, lleva desde marzo en quimioterapia contra un carcinoma que ha derivado en recaída. “Es importante dar visibilidad a esta enfermedad y no ocultarla como pasaba antes. Yo voy a cabeza descubierta”, animaba Ana Belén.