Se alarga la agonía de las familias que siguen sin tener a su disposición el transporte público escolar para que los más pequeños puedan seguir forjando su futuro en los centros académicos. Parecía que, al igual que en los colegios públicos de Gipuzkoa, los autobuses de los centros escolares iban a funcionar con normalidad desde primera hora de la mañana. En cambio, en las escuelas públicas de la capital vizcaina el problema sigue vigente. Padres, madres y los más mayores de la familia ven un problema muy grave al que esperan una solución firme en los próximos días. Incluso hay quienes señalan que este problema es un ejemplo de la educación actual. “La falta de autobús escolar es insostenible”, afirmó Ángel Landabaso mientras esperaba que sus nietos finalizasen el horario lectivo.

La educación es la principal base de una sociedad en la que la tasa de natalidad se encuentra en descenso. Como consecuencia, a los jóvenes que se forman en los colegios se les debe cuidar al máximo porque no dejan de ser el futuro de la sociedad vizcaina.

Aunque en los colegios estén matriculados menos niños, no por ello se les debe prestar menos atención, son muy importantes para el futuro”, apostilló haciendo especial hincapié en la necesidad por solventar el problema con la mayor brevedad posible.

Aun así, hay quienes optan por aprovechar los últimos rayos de sol restantes del verano antes de que dé inicio el otoño y las correspondientes precipitaciones. A expensas del cambio de climatología, Miguel Conde no hace uso del transporte público escolar por determinación propia, aprovecha el buen tiempo para pasear de vuelta al domicilio. “Prefiero no hacer uso del autobús por decisión personal antes de que no se disponga del servicio de autobús”, confesó. Siendo realistas, los días de frío y lluvia típicos parecen estar llegando a pasos agigantados. Este cambio de tiempo le privará del paseo cotidiano hasta su casa. Para ese entonces –esperando que el problema esté solucionado– cambiará el paseo y optará porque su hijo acuda al colegio en el transporte público escolar. “Cuando lleguen los días lluviosos ya se verá, por el momento voy y vengo andando”, puntualizó Miguel.

El mismo caso es el que vive Concepción Lera, presente en los aledaños del colegio con bastante antelación al fin de la última clase lectiva. La explicación al plante de última hora por parte de las compañías de autobuses para negarse a dar el servicio, es querer ser oídos. Por el momento, el servicio no ha funcionado con normalidad desde el primer día escolar, el pasado jueves. Concepción entiende el pensamiento de las empresas sobre el hecho de plantarse a última hora para que su movimiento tenga gran repercusión en Bizkaia. “Los que estamos pagando el problema del transporte somos las familias”, añadió.

Desconocimiento del problema

Siendo muchas las familias afectadas, sorprende ver a muchos padres y madres en las salidas de los colegios públicos que no conocen el problema que tanto revuelo está generando en la sociedad vizcaina. La mayoría justifican la desinformación porque nunca han usado el transporte público escolar. Por lo general, se trata de personas que están acostumbrados a acudir andando al colegio a buscar a sus hijas o hijos personalmente, haga más de 30 grados –como ha sucedido en estos primeros días de inicio de curso académico– o llueva, indiferentemente.

Problema estructural

Una vez superado el primer fin de semana lectivo e iniciada la segunda semana escolar, el problema continúa vigente. Mientras se demora la esperada solución que daría un respiro a cientos de familias vizcainas, padres y madres ven alterado su horario laboral para llevar a los más pequeños al colegio. Bildarratz confirmó que el departamento está trabajando 24 horas para solucionar el problema y compensar a las familias por los gastos ocasionados, con el fin de que la solución al problema llegue en las próximas horas.