La pandemia y, más concretamente el confinamiento, hizo que muchas personas buscasen nuevas aficiones o que sacasen a relucir aquello que les ha apasionado desde siempre. En el caso de la barakaldarra Patricia Jiménez, el periodo de recogimiento forzoso en el hogar le sirvió para ponerse delante del papel en blanco y comenzar a escribir novelas, aunque siempre había escrito desde la más tierna infancia.

Empezó a escribir una novela en marzo de 2020, y el resultado, tres años después, no puede ser mejor: ya ha publicado dos y gracias a la segunda de ellas, No Mires Al Pasado, Patricia, docente de profesión, ha ganado el XXVII Premio Joven Ateneo de Sevilla. “Fue una sorpresa. Primero me llamaron para decirme que estaba entre los cuatro finalistas, pero pensaba que ahí iba a quedar todo. Cuando me avisaron de que era la ganadora no me lo podía creer, ha sido una experiencia maravillosa. Que valore un jurado de esa manera el trabajo que una ha hecho es, sin duda, un impulso para seguir trabajando”, indica Patricia.

Sin lugar a dudas, haber logrado dicho premio ha sido un impulso para la carrera literaria de esta joven de 31 años que ha encontrado en la novela negra su fuente de inspiración y de diversión. “Para mí escribir es un reto y, también, un juego. Poder hacer feliz, entretener a la gente haciendo lo que a mí me gusta es algo bonito”, expresa Patricia. En estos tres años no sólo ha publicado las novelas Nunca Caminarás Sola y No Mires Al Pasado y, además, ya tiene una tercera novela ya escrita, mientras que está trabajando en la cuarta obra. “Me gusta escribir y no paro de hacerlo”, reconoce.

Aquella espita que se abrió en pleno confinamiento no parece detenerse. Ni mucho menos. A la hora de dar forma a sus obras, su principal fuente de inspiración es la realidad, lo cotidiano. Así las cosas, en su primera novela, Nunca Caminarás Sola, el tema principal es una cuestión que, tristemente, sigue siendo muy actual como es la violencia de género. Por su parte, la trama de No Mires Al Pasado gira en torno al asesinato de Mikel, un adolescente cuyo cuerpo apareció en la orilla de la ría del Nervión. Dicho hallazgo abre una investigación en la que los detalles del entorno de la víctima tendrán una vital importancia.

En esta obra, son un total de cinco historias las que discurren paralelamente y Patricia va alternando el relato de cada una de ellas para, conjuntamente, crear una trama completísima. “Alterno historias y, la verdad, lo que más me cuesta de todo el proceso de escribir una novela es hacer cuadrar todas ellas”, indica esta barakaldarra que, cada vez, tiene un mayor protagonismo en el mundo de la novela negra. Por ello, ha participado en varias ferias y, también en el ciclo Bruma Negra de Plentzia. El próximo mes de octubre también tomará parte en un nuevo evento en Gasteiz. “Las ferias, por un lado, te acercan al lector, a saber lo que les ha generado leer la novela y, por otro, conoces a muchos escritores y escritoras”, reconoce.

Esta joven ha apostado por la novela negra para escribir sus primeras novelas y, aunque no se cierra otras puertas de cara al futuro, todo hace indicar que su carrera literaria discurrirá en este género. “A mí me gusta escribir novela negra porque, de alguna manera, haces partícipe al lector del desarrollo de la historia”, apunta esta joven barakaldarra.

En su tercera novela, una obra que quiere publicar a lo largo de este mismo año, ha optado por gran parte de los personajes que dieron forma y vida a su primera novela, Nunca Caminarás Sola. “Mi tercera novela tiene relación con la primera, puesto que aparecen los mismos inspectores”, reconoce Patricia Jiménez, un talento literario al que el confinamiento desató.