El Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia ha previsto en su presupuesto anual de 2023 una dotación de 37,7 millones de euros exclusivamente para actuaciones en el sistema de saneamiento de aguas residuales, conscientes de “las enormes inversiones que requiere el sector del agua para seguir mejorando y adaptarse a la normativa cada vez más exigente”, según recordaron fuentes de la entidad consorciada con motivo de los 25 años de la puesta en marcha del bombeo de Lamiako (Leioa) que impulsan las aguas residuales de los municipios de Eskuinaldea y Txorierri hasta la depuradora de Galindo, en Sestao.

La instalación de Lamiako, una de las piezas claves del Plan Integral de Saneamiento del Bilbao Metropolitano del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, comenzó a operar en junio de 1998, con una capacidad para trasvasar 5,5 metros cúbicos/segundo de agua bajo la Ría, hasta la EDAR de Galindo. En su momento, este pozo circular con un diámetro interior de 23 metros y una profundidad de 18 metros, asociado al subfluvial de Lamiako, supuso un “reto constructivo”, destacaron desde la entidad consorciada.

En su momento, se optó por la construcción de una red de colectores-interceptores que recogieran las aguas de los términos municipales de Getxo, Leioa, Berango, Sopela, Urduliz, Barrika y Erandio, completándose después este esquema con el trasvase del Txorierri, conexión que permitió incorporar al sistema Lamiako las aguas residuales de los municipios del Txorierri, una población total, en aquel momento, de 168.269 habitantes.

Para llevar a cabo la conexión entre las redes de ambas márgenes del estuario se precisa salvar la barrera física que representa la Ría, por lo que se proyectó realizar dicho trasvase mediante una estación de bombeo, ubicada en la vega de Lamiako, de la que parten dos tuberías instaladas bajo el lecho de la Ría, mediante técnicas de dragado y fondeo que se conectaron finalmente con el colector de La Benedicta en Ezkerraldea. La instalación se completó posteriormente con un tanque de tormentas, con capacidad para almacenar 10.000 metros cúbicos en momentos de fuertes lluvias.

En el encuentro, Kepa Odriozola –presidente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia– afirmó que “disponer de infraestructuras de saneamiento de vanguardia, eficientes y sostenibles es una exigencia diaria que desde hace décadas, forma parte del compromiso que el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia asume en el ámbito de su actividad, poniéndolo como foco en los diferentes programas de inversiones, tanto pasados como futuros”.

En 1979 el Consorcio de Aguas puso en marcha el Plan Integral de Saneamiento del Bilbao Metropolitano, la obra de infraestructura medioambiental más importante desarrollada en el conjunto de la geografía vasca, que ha supuesto una inversión de más de 1.000 millones de euros. Además de cumplir las exigencias de la UE en materia de tratamiento de aguas residuales, el Plan ha permitido la recuperación medioambiental de ríos, Ría y playas del entorno.

Así, el principal objetivo del Plan Integral de Saneamiento era frenar el deterioro de la calidad del agua de la Ría como de otros ríos vizcainos que, como consecuencia de la contaminación generada por las actividades industriales y los vertidos líquidos de origen doméstico, era muy pronunciado sobre todo en las zonas bajas de los cursos fluviales.

El apunte

Recuperación. El efecto “más importante” del Plan Integral de Saneamiento en la Ría ha sido la recuperación de los niveles normales de oxígeno, pasando de valores cercanos o inferiores al 40% de saturación a comienzos de los años 90, a valores del 90% de saturación actualmente. Hoy en día, no hay ninguna zona del estuario con problemas de oxigenación. Todo esto ha permitido la presencia de comunidades biológicas desde la zona interior de Bilbao hasta el Abra, con más de 60 especies de peces asentadas.