Aunque son muchas las deficiencias que registran las ITES, hay una serie de ellas que resultan comunes a muchos edificios. Las fisuras y grietas son una de ellas, derivadas generalmente de deformaciones y pequeños movimientos de la estructura del edificio que pese a no tener que ser relevantes, es conviene identificar y repasar. 

Otra de las más habituales son las humedades. Existen varios métodos para arreglar esta patología, como crear cámaras ventiladas, proteger mediante láminas impermeables, sistemas de electroósmosis o mediante inyecciones en los muros.

En la misma línea cabe hablar de los cuadros eléctricos de los elementos comunes, con deficiencias graves, a pesar de haber cambiado a un contador nuevo. En este apartado, el cuadro debe disponer de los elementos necesarios de seguridad como el ICP o los automáticos. Algunos de los cuadros o no los tienen o no están actualizados a la normativa actual, por lo que son un peligro en caso de sobretensiones.

En el caso de cubiertas y tejados, los normal es encontrarse con filtraciones de agua debido a su mala impermeabilización o escapes de agua en instalaciones de suministro de agua o saneamiento.

Todavía hoy algunos edificios cuentan con elementos de fibrocemento, más conocido por la marca que lo comercializó, Uralita, que contiene amianto como fibra de refuerzo. Aunque a partir de 1990 se dejó de utilizar amianto, los edificios construidos antes de 1980 lo tienen. Se puede encontrar en bajantes, cubiertas, medianeras, depósitos de agua, etc. Es un material muy peligroso, ya que el asbesto es altamente cancerígeno y provoca enfermedades respiratorias muy serias. Debe retirarse por empresas especializadas.

Otra de las deficiencias de la ITE más extendida se encuentra en soportes de antenas, colgadores comunitarios, antiguas poleas... La oxidación de sus soportes, además de romper los antepechos y fachadas, pueden provocar su caída.

Por último, y aunque no son responsabilidad de las comunidades, en la gran mayoría de los edificios hay instalaciones para líneas aéreas o suministros de compañías telefónicas e internet sin un correcto mantenimiento, que con el paso de los años se han ido deteriorando.