El entorno del edificio residencial es clave en la imagen que proyecta al exterior una comunidad de vecinos. Por ello, si dispone de jardines resulta fundamental su buen mantenimiento de cara a que luzcan espléndidos durante todo el año y especialmente en las épocas de floración. Es más, vienen a aportar un valor añadido a las viviendas de la finca, al ser su tarjeta de presentación. De ahí la importancia de recurrir a servicios de jardinería y paisajismo profesionales, que eviten el aspecto descuidado del jardín depreciando así el valor de toda la finca.

Los jardines de las comunidades de propietarios y urbanizaciones no suelen ser complicados de mantener, pero cada uno de ellos tiene ciertas particularidades y características propias a las que atender, como el tipo de tierra, las horas de sol que recibe... de cara a su correcta conservación y, lo más complicado, al gusto de todos los vecinos.

Los profesionales de la jardinería conocen todos los secretos para mantener el jardín en las mejores condiciones de conservación, uso y disfrute, de modo que la finca no pierda valor estético ni económico. Para llevar a cabo su cometido colaboran estrechamente con los administradores de fincas y los representantes de la comunidad en su misión de que las zonas ajardinadas siempre se encuentren en perfecto estado.

La limpieza de hojas es una labor esencial de jardinería. Pixabay

Mantenimiento

Mantener todas las zonas ajardinadas en orden y al día es labor de los profesionales de la jardinería contratados por la comunidad. Ellos velarán también por el adecuado crecimiento y buen desarrollo de todos los elementos vegetales que componen el jardín.

Asociada a la imagen va igualmente la limpieza de las zonas verdes, librándolas de las hojas caídas que además de ensuciar pueden resultar peligrosas para los vecinos que transitan por allí, dado el riesgo de resbalones que implican, especialmente si se mojan por la lluvia, como sucede en otoño.

Entre las labores de mantenimiento esenciales a acometer con frecuencia figuran la conservación de las formas de los arbustos, las podas, la eliminación de malas hierbas y el laboreo del suelo.

Y sin olvidar el césped, que actúa como manto verde con gran impacto visual. Por ello, a este elemento vegetal se le otorga un gran valor dentro de las comunidades y a él hay que dedicarle todas las labores e intervenciones que precise a lo largo del año para que los vecinos puedan disfrutar de una pradera densa, verde y ornamental.

Y todo ello atendiendo minuciosamente al riego, procurando hacer un uso racional del agua, es decir, aportando al césped y a cada planta el agua justa y necesaria, sin derroches ni excesos que encarecerían significativamente la factura del agua de la comunidad.

En definitiva, la organización y supervisión son esenciales en todo buen servicio de jardinería para comunidades de propietarios. Por su parte, los jardineros deben tratar el jardín con dedicación y esmero, lo que se apreciará a simple vista.

Una vez decidida la contratación del servicio es importante recurrir a empresas que cuenten con personal cualificado y con los mejores medios técnicos, que ofrezcan una adecuada relación calidad-precio.

A partir de ahí se solicitarán varios presupuestos con un programa de labores y frecuencias detallado, para lo cual, será necesario que visiten la finca y comprueben in situ el espacio en el que trabajar y las necesidades que requiere. De hecho, el presupuesto tiene que ser personalizado, atendiendo a las verdaderas necesidades y características del jardín de la comunidad de que se trate.

Los aspectos en los que se basan las empresas de mantenimiento de jardines para elaborar el presupuesto son, por un lado, el tamaño del jardín, del cual dependerá directamente el precio a invertir en su mantenimiento. Igualmente importante es la cantidad de plantas y árboles a cuidar. En este sentido, las podas especiales de árboles incrementan el precio. Y por último, la mano de obra es un factor determinante si se quiere un servicio de calidad.

En términos generales se pueden contratar desde trabajos específicos hasta programas de mantenimiento todo incluido para no tener que preocuparse de nada más, ya que todos los trabajos y materiales de uso programado estarán dentro del precio contratado. Este tipo de servicio suele incluir la mano de obra cualificada para el mantenimiento del jardín, la reparación de averías de riego, varios abonados minerales al año y tratamientos fitosanitarios, maquinaria, herramientas y consumibles (aceite, gasolina, bolsas de basura, etc.).

El riego del jardín ha de atenderse minuciosamente. Pixabay