“Se suele decir que el convento de Santa Isabel data de la Edad Media. No. En la Edad Media se fundó un beaterio”, desvela Mikel Gorrotxategi. ¿Qué era? “Asociamos beata a mujer muy devota de ir a la iglesia, pero hablamos de mujeres que en la Edad Media vivían en comunidad sin ser monjas, no profesaban con votos. En realidad, viudas o solteras que no encajaban con la sociedad de la época vivían juntas para protegerse”.

Este “fenómeno que la gente desconoce cobró relevancia en toda Europa hasta el siglo XVI y estuvo presente en Gordexola”. Hasta tal punto podrían presentarse como una amenaza para la rígida moral que la Iglesia forzó “a estas mujeres libres a convertirse en monjas de clausura y de ahí procede el convento: se las obligó bajo juicios en los que las Juntas Generales apoyaron a las beatas alegando que desempeñaban una labor social, y si las relegaban tras los muros, ya no podrían relacionarse con el exterior”.

Las mujeres de Gordexola se han definido a través de los siglos por su “espíritu”, como Manuela de Allende, una emprendedora del siglo XVIII que llevó ante la justicia a un pretendiente que trató de ensuciar su reputación.