25 años coleccionando historias son las bonitas palabras que encabezan la celebración del cuarto de vida del museo Plasentia de Butrón, la pequeña gran joya de Plentzia, ligada, sobre todo, al mar. Desde 1998 lleva surcando la memoria y atrapando el interés de visitantes. El año pasado fueron de récord: 5.200 personas navegaron en el tiempo. Este 2023, seguramente, serán más, como vaticinó este viernes la presidenta del museo, Arantxa Renteria. Mientras tanto, un programa especial de cumpleaños aguarda a lo largo de los próximos meses, con visitas guiadas, actividades para todas las edades, conferencias y una nueva exposición temporal, inaugurada este viernes: Tesoros olvidados.

La alcaldesa Elixabete Uribarri y la presidenta Arantxa Renteria.

La alcaldesa plentziarra, Elixabete Uribarri, aprovecha este 25 aniversario para retroceder a los inicios del museo. “Hay que situarlos ya en 1994 cuando un grupo de personas relacionadas con el mar, de Plentzia y también de otras partes de la comarca, empezaron a recopilar historias y objetos y pensaron en que se podía abrir un museo; tenían instrumentos de náutica, cuadernos de bitácora, monedas romanas, cartas personales de la Guerra Civil...”, señaló este viernes la primera edil. Así, en 1998 abrió sus puertas de manera oficial Plasentia de Butrón “en el edificio civil más antiguo de la villa”, como recordó su presidenta. La coraza de la pinacoteca es de 1562 y fue el consistorio. Ahora, es el único museo de historia local en Uribe Kosta. “Para nosotros, un tesoro museístico de Bizkaia”, subrayó la alcaldesa. En su interior, se han ido posando artículos de distinto tipo a lo largo de su trayectoria: maquetas y partes de barcos, instrumentos de navegación, documentos, cuadros... Todo ello es lo que forma parte de la exposición permanente. Después, en este cuarto de siglo, el museo ha preparado 28 muestras temporales. La última, la que acompañará hasta diciembre: Tesoros olvidados, que pretende transmitir las historias de Plentzia que han pasado desapercibidas o que se han quedado en el olvido. Para esta ocasión, el museo ha incorporado una iluminación por sistema de luces led, creando así un espacio más visual y artístico. La exposición reúne narraciones sobre el ataque al buque mercante Sierra Aránzazu y el naufragio del Príncipe de Asturias; una panoplia de Filipinas, hacia donde un gran número de marinos plentziarras se embarcaban en sus travesías comerciales, objetos arqueológicos hallados en la localidad que permiten reflexionar sobre el origen romano del nombre de la Villa (Placencia) o su papel en la ruta marítima romana; el cuadro Señorita de Turín, del pintor local Jenaro de Urrutia y Olaran, y la escultura de un busto realizada por Higinio Basterra, escultor bilbaino con taller en Plentzia. Tesoros olvidados es también un homenaje a los astilleros.

Más de ‘Tesoros olvidados’.

Más allá

Plasentia de Butrón es pasado, presente y futuro. “Un convenio firmado entre el Ayuntamiento y el museo permitirá digitalizar el archivo y que así perdure en el tiempo; también posibilitará ganar espacio en las zonas expositivas y empezar el camino de la investigación y divulgación, ya que el material podrá ser consultado por más expertos”, aseguró la regidora local. La presidenta recordó este viernes, asimismo, que el museo ha empezado a recibir a estudiantes en prácticas de carreras vinculadas con la museología, la investigación, la historia, las ciencias de la información...

Otra parte de la muestra.

El recorrido dado y el que queda por emprender son, por lo tanto, motivos de celebración. Por eso, están previstas para Semana Santa visitas guiadas al museo y al casco histórico; actividades para todos los públicos el 20 de mayo; las XV Jornadas de Historia de Uribe Kosta (Del 10 al 14 de julio); actividades infantiles como construcción de barquitos, nudos marineros, un estanque… (31 de julio); el Congreso de Cultura Marítima del Cantábrico en agosto, etc.