Representantes municipales de EAJ-PNV, PSE-EE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos en Muskiz se declararon abiertamente en contra del parque eólico Artzentales-Sopuerta y manifestaron rotundamente su oposición al proyecto actual y “su intención de evitar la implantación del mismo siguiendo las vías administrativas y apoyando cualquier iniciativa y movimiento ciudadano al respecto”. Todos los partidos con representación en el Ayuntamiento de Muskiz se posicionaron públicamente en contra de la citada instalación, comprometiéndose a agotar todas las vías para impedir su implantación.

Consciente de que entre la población de Muskiz hay un desconocimiento general sobre las características del parque eólico Artzentales-Sopuerta y sobre la incidencia que pueda tener sobre nuestros montes (que albergan zonas de especial protección de fauna y flora y restos arqueológicos) y viviendas próximas, la agrupación Muskizko Herri Batzordea reunió el pasado jueves 16 de febrero a todos los partidos con representación municipal en una mesa redonda organizada con el fin de proporcionar a los vecinos información de primera mano.

Inicialmente, y bajo la moderación de una representante de la plataforma Enkarterrin Parke Eolikorik Ez, los portavoces de cada partido en la mesa analizaron las características del proyecto y la normativa actual incluyendo el reparto de competencias entre el ministerio de Transición Ecológica y el Gobierno autonómico y la ley de Administración Ambiental, popularmente conocida como Ley Tapia.

Decisión del Gobierno vasco

Si bien reconocieron que la decisión final sobre la instalación de este parque eólico recaerá única y exclusivamente sobre el Gobierno vasco, pues está por encima de cualquier veto foral, municipal o informe técnico desfavorable, manifestaron rotundamente su oposición al proyecto actual del parque eólico Artzentales-Sopuerta y su intención de evitar la implantación del mismo siguiendo las vías administrativas y apoyando cualquier iniciativa y movimiento ciudadano al respecto.

La posible construcción del parque eólico con ocho aerogeneradores entre los montes Alén y Mello con una potencia de 49,6 megawatios que afectaría a Artzentales, Galdames, Muskiz y Sopuerta se antojaba más lejana a tenor del informe de la Diputación Foral de Bizkaia incluido en los trámites administrativos previos a la redacción del proyecto y la evaluación de una declaración de impacto ambiental. Así, el departamento de Sostenibilidad y Medio Natural exponía que los molinos perjudicarían a la biodiversidad, patrimonio cultural y conservación del paisaje y que en el proceso de elaboración del plan territorial sectorial de energías renovables, todavía en tramitación, se ha definido el área elegida como zona de exclusión de instalaciones de este tipo.

Sin embargo, el dictamen rubricado entre finales de septiembre y principios de octubre no es vinculante y corresponderá al Gobierno vasco tomar la decisión final. “La práctica totalidad de los emplazamientos”, tanto de las ocho torretas como “gran parte de los apoyos de la línea de alta tensión y la estación transformadora se ubican dentro del radio de diez kilómetros respecto a más de un área crítica para el alimoche”, lo que acarrearía una “afección directa para una especie vulnerable”, según remarcan los opositores al proyecto, que anuncian su intención de evitar la implantación del parque recurriendo para ello a la vía administrativa.