“Aunque no está catalogada como una zona de gran siniestralidad, ha habido accidentes, casi siempre de chapa y. todos los que pasamos por aquí a menudo lo hacemos con mucha precaución”, contó el alcalde de Sopuerta, Unai Antón. En el cruce de la carretera BI-2701 hacia Muskiz “viven bastantes niños que tienen que cruzar; siempre hemos recibido peticiones vecinales para solucionarlo y creemos que con esta actuación se conseguirá”. La solución que plantea la Diputación consiste en habilitar una rotonda y bajar la rasante para poder controlar si se aproximan vehículos. Con un plazo de ejecución de catorce meses, se destinarán a esta actuación 1,9 millones de euros, según informó ayer lunes el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Económico, Imanol Pradales, durante una visita al municipio.

Para dotar a la intersección de mayor seguridad, se apuesta por “encajar una rotonda que propiciará el calmado del tráfico y la reordenación de los accesos”, describió Pilar Trueba, jefa del servicio foral de Seguridad Vial, Mejora y Modernización. La actuación se complementará “con la mejora de sistemas de contención, señalización de firme y de drenaje”. La parte más complicada será el descenso de la rasante “porque habrá que desmontar bastante terreno, sobre el mapa parece más sencillo”, adelantó el diputado. “La previsión de coste que manejamos es de cerca de dos millones de euros, una inversión muy relevante”, añadió.

En estos momentos, “tenemos el trazado encajado y pasaremos a acelerar el proyecto constructivo con la toma de datos de campo, y todo lo que conlleva el desarrollo”. La bajada de la rasante “implicará tocar muros”.

Horas punta escolares

Varias personas que residen en la zona contemplaron el panel facilitado por la Diputación que muestra el antes y el después del cruce cuando hayan finalizado los trabajos. “Espero llegar a verlo porque se habla de esta obra desde hace muchos años”, comentó una vecina. Otro añadió que “por aquí cerca viven niños que deben cruzar a pie hasta la parada del autobús, así que las entradas y salidas del colegio son horas punta” en las que el riesgo de incidentes de tráfico se multiplica.