Si bien una de las novedades del nuevo curso pasa por no permitir la segregación por género en los centros escolares vascos, llevando a cabo una distribución del alumnado de forma equilibrada, desde su ingreso en Educación Infantil (aulas de 2 años), el apoyo al alumnado vulnerable es otro de los objetivos del departamento de Educación del Ejecutivo vasco. Para ello, la medida adoptada es que todos los centros sufragados con fondos públicos deberán reservar un número de plazas para escolarizar al alumnado vulnerable. 

Comenzando desde las aulas de 2 años, el proceso se llevará a cabo de manera progresiva para ir extendiéndose curso a curso a lo largo de todo el sistema educativo. En todo caso, no se plantea que el alumnado actualmente escolarizado en un centro tenga que moverse a otro.

En cuanto a la planificación de la oferta, el criterio fundamental aplicado en el proceso de matriculación en lo que respecta al número de plazas ofertadas en cada centro será evitar la infraoferta y la sobreoferta.

Así, para garantizar la escolarización del alumnado vulnerable, todos los centros sufragados con fondos públicos deben reservar un número de plazas determinado por el Departamento de Educación. 

Esta reserva de plazas se establecerá una vez recibidas las solicitudes durante el plazo de inscripciones y, además, el porcentaje de reservas será el mismo para todos los centros de la misma área de influencia.

ÍNDICE DE VULNERABILIDAD

En cuanto al índice de vulnerabilidad, cada centro tendrá determinado un índice de referencia, que será el mismo para todos los del área de influencia. Al presentar sus solicitudes, las familias cumplimentarán una encuesta sobre su situación socioeconómica. 

Sobre la base de la información recabada, se delimitará el índice de vulnerabilidad con el número de plazas que habrá que reservar para alumnado vulnerable en cada centro.

Otra novedad que incluye el procedimiento de prematrícula para el nuevo curso es el ajuste de la zonificación en Educación Infantil y Educación Primaria. Por ejemplo, en los grandes municipios, salvo las capitales, se ha pasado de tener varias áreas de influencia a una sola área.

Pero sin duda, uno de los cambios más significativos introducidos en los criterios de baremo tiene que ver con la puntuación asignada por proximidad del domicilio al centro. Se trata de una medida que premia la proximidad incluso dentro de una misma área de influencia, con el objetivo de fomentar una escolarización de proximidad.

En cuanto a los límites en la selección de centros por las familias cabe reseñar que no existen. Así, cada familia podrá seleccionar para la escolarización de sus hijos o hijas todos los centros de su área de influencia, o de otras áreas, limítrofes o no. 

Por ello, es muy importante que las familias seleccionen el mayor número de centros posible, de forma que el que les corresponda se adecue lo más posible a sus intereses.

Otro tema a tener en cuenta es que los criterios y principios empleados en el proceso de matriculación se hacen extensivos a la matricula viva, es decir, aquella que se da con el curso iniciado y fuera del proceso oficial de matriculación. 

Por ello, desde el Departamento de Educación del Gobierno vasco se ha detallado que la distribución equilibrada de la diversidad y de la vulnerabilidad entre los centros también será el criterio principal en estos casos, con el objeto de promover la escolarización inclusiva. También se tendrá en cuenta la proximidad entre centro y domicilio familiar.

Menos alumnos por aula

Consecuencias de la baja natalidad. La escasa natalidad se está dejando notar cada curso, con mayor incidencia en las aulas. Ello ha llevado al departamento de Educación del Gobierno vasco a elaborar un decreto que contempla reducir el número de alumnos por aula en Infantil y Primaria, quedándose en los 11, e incluso a plantearse juntar en la misma clase a alumnos de distintos cursos. 

Concierto para las aulas de dos años. Otra novedad que introduce el próximo curso es que se conciertan por primera vez las aulas de dos años.