El uso de las mascarillas dejó de ser obligatorio en transportes públicos y ciudadanos en todo el territorio histórico, poco a poco, se deshicieron de una de las últimas medidas de protección contra el coronavirus. Sin embargo, a pesar de una mejoría en las cifras de los afectados, neumólogos como la jefa del Servicio de Neumología del hospital de Cruces, Mila Iribarri, señalan que hay que seguir cuidándose en estos meses de invierno, característicos por el riesgo de contagio de infecciones respiratorias.

¿Era el momento correcto para quitar las mascarillas o nos hemos precipitado?

Si lo vemos desde el punto de vista de los datos, es el momento oportuno. Sin embargo, creemos que sería mucho mejor esperar a que otros virus respiratorios cesen un poco y que lleguen meses de más tranquilidad como marzo.

A pesar del fin de esta medida, ¿hay personas que deberían seguir usando mascarillas?

Sí, claro. Las personas que tienen patologías de riesgo, en zonas de mucha aglomeración es aconsejable que sigan usando mascarillas para prevenir contagiarse, sobre todo en esta temporada. Pero, especialmente deberían usarlas aquellos que se encuentran en medio de algún proceso vírico, para no contagiar a nadie. Hay que ser considerado con quienes nos rodean y tomar las medidas de prevención.

¿Cree que algunos seguirán poniéndoselas en el transporte público?

Ayer lo noté en el metro. Habrá quienes prefieran seguir usando las mascarillas cuando se encuentren en este tipo de espacios. Lo importante es colocarlas correctamente, porque hubo muchos que se ponían la mascarilla porque era obligatorio, pero las tenían bajo la barbilla o debajo de la nariz, así no tiene sentido, porque no están ejerciendo la función para la que fueron diseñadas. No te protegen de nada si las usas de esa forma.

Durante la pandemia se habló bastante sobre si las mascarillas ayudan al usuario a no contagiar o si lo ayudan a no contagiarse.

Todas las personas hemos aprendido mucho con el covid y, sobre todo, hemos aprendido muchas cosas sobre las mascarillas. Cumplen las dos funciones, por una parte proteger a las personas que las usan y, por el otro, si quien las usa se encuentra enfermo, evitar que contagie a los demás.

¿Hasta que punto realmente llegaba el nivel de protección de las mascarillas?

Fue otra cosa que también se habló bastante durante la pandemia. En las mascarillas habituales, las quirúrgicas, el contagio se disminuía hasta en un 60%. En el caso de las FFP2 la protección es mayor, poco más de un 80% y en las FFP3, las que usamos los profesionales en contacto con el coronavirus, era de un 95%.

¿En qué momento y en qué lugares es preferible volver a ponerse la mascarilla y tomar medidas?

En los lugares de ocio ya no tiene tanto sentido, desde agosto hay aforo completo. Y, en determinados transportes como los aviones, la seguridad aumenta bastante porque tienen sus propios filtros de limpieza del aire en cabina, pero en el metro o en los buses, en momentos de mucha congestión estaría bien volver a usarla, especialmente si la persona tiene gripe u otro proceso vírico. De resto, si no hay una masificación de personas y se tiene una cierta distancia de seguridad, se puede estar sin la mascarilla.