La Diputación Foral de Bizkaia ha sacado a licitación los trabajos para reordenar y calmar el tráfico en la carretera BI-2235 que enlaza Bermeo y Gernika-Lumo siendo un nudo de comunicación vial fundamental para la comarca de Busturialdea. En un principio, el proyecto contará con un presupuesto base de 2,7 millones de euros –distribuidos en dos anualidades– y un plazo de ejecución de 12 meses de duración. Los trabajos permitirán eliminar los problemas que presenta el vial a su paso por el barrio de San Cristóbal, ubicado en Busturia, en el que las medidas aplicadas hasta la fecha –semáforo a demanda o la aplicación de la prohibición de circular a más de 50 kilómetros a la hora– no han logrado zanjar dichos inconvenientes. Además, la seguridad se verá incrementada, ya que se mejorará el aparcamiento a ambas orillas de la carretera en la zona, evitando movimientos peligrosos de los vehículos.

La entidad foral, que con anterioridad ya había aprobado el plan para la mejora vial, imprimió un ritmo mayor a su tramitación previa. La Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento busturitarra firmaron un convenio a través del cual se formalizó una encomienda de gestión para la tramitación del expediente expropiatorio para la consecución de los terrenos. En resumen, el Departamento foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial se hizo cargo de la expropiación.

Las obras consisten principalmente en la construcción de una rotonda de 40 metros que enlazará con las entradas al barrio y a la zona de Altamira y también permitirá prolongar el bidegorri que nace en Gernika-Lumo y culmina hoy en día en la vecina localidad de Murueta. Uno de los últimos puntos negros que restan por solventar en la carretera foral que enlaza Gernika-Lumo con Bermeo, los dos grandes municipios de la comarca –ya han sido eliminados varios ubicados en Forua o en el barrio busturitarra de Axpe–, tiene los días contados. “Es una zona en la que han existido accidentes y atropellos, a pesar de todas las medidas de protección que se han venido tomando”, aseguró el alcalde de Busturia, Aitor Aretxaga. Y es que aunque las señales limitan la velocidad del tráfico a 50 kilómetros por hora, e incluso hay colocados semáforos a demanda para que el cruce de los peatones se solvente con toda seguridad, resulta necesario adoptar más medidas. En el caso de los camiones, “la velocidad que llegan a coger es importante”, señaló.

Así, la ejecución del proyecto, largamente requerido desde el Consistorio busturitarra, es la solución más idónea. La rotonda –que se ubicará en la zona de Sakoneta, en dirección hacia Sukarrieta– tendrá un diámetro de 40 metros, mientras “los ramales correspondientes a la carretera BI-2235 tienen una anchura de 3,50 metros, arcenes de 0,50 metros y aceras a ambos lados en las proximidades a la rotonda”. Las dos conexiones ideadas darán paso hacia Altamira y por el este con un vial que discurre por la margen derecha de la carretera, entre ella y la ría.

“La actuación también incluye la eliminación de los aparcamientos en batería de ambas márgenes de la carretera, de esta manera se evita que los vehículos paren en la calzada a hacer maniobras o se incorporen marcha atrás s a la carretera con el peligro que eso conlleva”. La obra se completa con la construcción de un tramo del bidegorri Murueta-Busturia-Sukarrieta. Y es que en la zona de Murueta, “el trazado de la vía ciclista se separa de la carretera y discurre por unas campas situadas al este de la calzada, hasta conectar con un camino existente. A partir de ahí el tramo es compartido para vehículos y bicicletas, hasta el punto kilométrico 43 donde da inicio el trazado del tramo de Busturia”, señala el proyecto.

Permisos

Las empresas tienen ahora abierto el plazo para pujar por los trabajos, que cuentan con todos los permisos –la Agencia Vasca del Agua, URA, el Patronato de Urdaibai, etc.– necesarios. El alcalde busturitarra, además, se felicitó porque el proyecto servirá para “humanizar el entorno”. “Las obras eliminarán giros bruscos y salidas a la carretera, pero también que los automóviles que aparcan en San Cristóbal no tengan que jugarse el pellejo al realizar las maniobras”, según detalló.

El proyecto

Coste y plazo. El proyecto para la reordenación de accesos y calmado de tráfico en la carretera BI-2235 del punto kilométrico 42,700 al punto kilométrico 43,400 entre las localidades de Busturia y Murueta tiene un coste de 2,7 millones de euros y un plazo de ejecución de doce meses repartidos en dos anualidades –2023 y 2024–.

Rotonda nueva. Una rotonda de 40 metros de anchura servirá para ralentizar el tráfico. La infraestructura estará ubicada en las cercanías de Sakoneta, y dará paso al barrio y a la zona de Altamira.

Bidegorri. “La obra se completa con la construcción de un tramo del bidegorri Murueta-Busturia-Sukarrieta, que queda dentro de la zona de actuación”, señala el proyecto constructivo.

Aparcamientos. Asimismo, las obras mejorarán la seguridad al eliminarse los aparcamientos en batería, de esta manera se evita que los vehículos paren en la calzada a hacer maniobras o se incorporen en marcha atrás a la carretera con el peligro que ello conlleva”.