El comercio local de las ciudades y pueblos de Bizkaia se esmera cada año en Navidad para ofrecer su mejor imagen. Si bien es una época muy importante de ventas, sus propietarios se esfuerzan también por ofrecer el aspecto más cálido, cercano y llamativo, engalanando los escaparates de espíritu navideño y decorando los interiores con imaginación y creatividad. 

La iluminación cobra un protagonismo especial, y este año también y pese a las restricciones energéticas, los comercios de Bizkaia brillan con luz propia para atraer la mirada de transeúntes y ciudadanos, invitándoles a realizar esas compras y regalos que no pueden faltar en fechas tan especiales como las navideñas. 

Ciudades y pueblos se presentan como grandes escaparates que dejan ver la oferta más variada de artículos presentes en el mercado local, una estampa que se ve representada en las grandes arterías comerciales de nuestros municipios.

No hay duda de que el comercio urbano es uno de los grandes tesoros que esconden las localidades de Bizkaia, un tesoro que no se puede descuidar, que responde a un nombre y apellido y con muchos años de trabajo, esfuerzo y dedicación. Por todo ello, representan un valor en alza para la vida de los municipios y un gran soporte de su desarrollo económico.

Sin duda, su influencia en el apartado económico como generador de empleo es una de las principales ventajas del comercio urbano local. No hay que ver los datos. Son los pequeños comercios de barrio los que más trabajadores contratan, teniendo en cuenta además que una gran parte del tejido comercial de Bizkaia está configurado por pymes. Otro aspecto que se puede relacionar con sus ventajas de carácter económico es que el dinero que se invierte en el comercio local contribuye a la prosperidad económica del entorno más próximo. 

Tampoco hay que olvidar como una de las grandes fortalezas del comercio urbano es su calidez y cercanía en el trato con el cliente. 

Gran parte del éxito de sus ventas tiene que ver con el trato cercano entre cliente y propietario, al tener al frente del mostrador a personas que conocen a la perfección el producto pero también a la persona que tienen enfrente.

Pero todavía hay más, ya que los pequeños comercios suelen contar con determinados productos más especializados que las grandes superficies. 

En ellos se pueden encontrar artículos un tanto exclusivos, que se traen en mucha menos cantidad, y por tanto mucho menos vistos y populares. Además, si estamos detrás de una pieza concreta, siempre es más fácil que en una tienda pequeña se impliquen en encontrar el artículo que necesitas, que no en una gran superficie.

Pero las ventajas no acaban ahí, ya que en muchas ocasiones, los comerciantes locales nutren sus surtidos de producto de la zona, sobre todo en el caso de la alimentación. Consumir ese producto redunda en la economía local.