Abadiño continúa consternado con lo sucedido este pasado martes. Elena Ungureanu encontró tres gatos muertos que fueron lanzados al tejado de la ermita de San Martín, en el barrio de Gaztelua. “No se dejaban tocar y nunca subían a la ermita. Estoy autorizada para alimentarles y suelo venir todos los días. Me parece macabro lo que ha pasado; fue horroroso encontrarme a los pobres animales y el rastro de sangre. No puedo entender que haya gente que pueda matar así a unos inofensivos gatos”, criticó esta vecina que reside en Durango y que en las últimas semanas ha echado en falta a varios animales más.
Desde Abadiño Kalekatuak se mostraron indignados con lo ocurrido. Se trata de una entidad formada por seis mujeres de la localidad que alimentan a las colinas del municipio y velan por los derechos de los animales. “Suponemos que los han envenenado y una vez muertos, lanzados al tejado. Son conductas de otros siglos; los animales son seres vivos y nadie tiene derecho a quitarles la vida. Se han sobrepasado todas las líneas y esto es un delito. La gente no puede tomarse la justicia por su mano”, lamentó Maite, voluntaria de la entidad.
Desde la asociación han intentando denunciar lo ocurrido, aunque, por el momento, sin éxito. Para poder hacerlo, les "exigen un informe del veterinario; hemos pedido al Ayuntamiento que se recojan los gatos y a uno se le haga la autopsia para verificar si está envenenado porque suponemos que lo estarán. No es sencillo, no hay testigos, nadie ha visto lo que ha pasado, pero los gatos no han aparecido allí accidentalmente”, denuncian las cuidadoras de Abadiño Kalekatuak.
En la actualidad, Elena y Maite son las encargadas de alimentar a los animales de esta zona de la localidad. “Hasta ahora habíamos tenido problemas menores como que nos tiran los comederos y bebederos, pero esto es una situación extrema. Llevamos un año trabajando con el Ayuntamiento para cerrar un convenio en el que se definan las colonias, no se permita alimentar de manera incorrecta a los a animales y que se establezca el método CER (captura, esterilización y suelta de los gatos)”, reivindicaron.
Este miércoles por la tarde, el Ayuntamientode Abadiño ha condenado “sin paliativos” los macabros hechos y ha anunciado que se “ocupará” de “llevar a cabo la correspondiente investigación para esclarecer las causas de la muerte”, a pesar de que "la ermita de Gaztelua es de propiedad privada". "Siguiendo el protocolo establecido, el Ayuntamiento ha requerido la intervención del servicio municipal para la recogida de animales que ha recuperado esta mañana los cuerpos de los tres felinos. Este servicio se ocupará de llevar a cabo la correspondiente investigación para esclarecer las causas de la muerte".
"El Ayuntamiento de Abadiño está firmemente comprometido con el bienestar y la protección de los derechos de los animales, por lo tanto, condena sin paliativos los hechos sucedidos y recuerda que en el municipio no tiene cabida ninguna forma de maltrato o violencia hacia los animales", afirman fuentes municipales.
