El Ayuntamiento de Getxo ha paralizado los trabajos previos al derribo del edificio de la Nagusien Etxea de Romo, mientras sus servicios jurídicos redactan alegaciones a la resolución judicial que ha establecido medidas cautelares en este sentido.

Fuentes municipales señalan que el Ayuntamiento tiene tres días para presentar estas alegaciones ante la paralización cautelar del derribo del edificio. Las mismas fuentes adelantan que acatarán la resolución judicial definitiva sobre el caso cuando esta se produzca.

Precintan el hogar del jubilado y el euskaltegi de Romo antes de su derribo

Precintan el hogar del jubilado y el euskaltegi de Romo antes de su derribo José Mari Martínez

La Ertzaintza y la Policía municipal de Getxo mantuvieron ayer miércoles precintado durante todo el día el edificio, mientras un grupo de vecinos de la zona protestaba junto al cordón policial para expresar su rechazo a la demolición.

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Protestas por el derribo del hogar del jubilado y el euskaltegi de Romo José Mari Martínez

Este edificio, ubicado en la calle Lope de Vega, ha sido utilizado en los últimos años por jubilados del barrio y también como euskaltegi, y el Ayuntamiento tiene previsto construir en el solar un nuevo centro intergeneracional con 40 viviendas para jóvenes en régimen de alquiler social y un centro con unas cien camas para mayores con dependencia.

El Ayuntamiento de Getxo ha destacado que ha ofrecido a la asociación de jubilados, que reclamó judicialmente la paralización del derribo, diversos recursos para facilitar su funcionamiento durante la construcción del nuevo centro intergeneracional, como una consignación de hasta 1.500 euros al mes para el alquiler de un local destinado a su sede social y espacios alternativos para sus actividades.

No obstante, la agrupación de personas jubiladas cree que estas opciones no son compatibles con su actividad actual. El presidente de la junta, Paco Rama, aseguraba ayer que el espacio que les ofrecen en la RKE es una tercera parte del actual y está ubicado en un tercer piso con los problemas de accesibilidad que puede suponer. Rama teme que la espera hasta la futura construcción del centro pueda acentuar la soledad que sufren muchas de las personas mayores que acuden al centro.