Domingo, 24 de julio. En paralelo al final del Tour en París que adelanta a Bilbao a la línea de salida para abrir la edición de 2023, Sopuerta reeditaba la ofrenda floral en el monumento a uno que no pudo cruzar la última meta al concluir la carrera de juveniles en su memoria integrada en el programa de las fiestas patronales de Santa Ana. Francisco Cepeda inauguró el 14 de julio de 1935 la triste estadística de corredores fallecidos a consecuencia de incidentes en ruta cuando tenía 29 años. Sopuerta y Enkarterri sienten que la mayor ronda por etapas del calendario le debe un reconocimiento. Por eso, desde una plataforma cultural de la comarca iniciaron en marzo una campaña de recogida de firmas para que el Tour pase por la localidad. 

“Que el Tour de 2023 pase por aquí en homenaje me parece difícil, pero no imposible”

Jesús González - Presidente Club Ciclista Valle de Trápaga

Conseguirlo “me parece difícil, pero no imposible”, cree Jesús González, el presidente del Club Ciclista Valle de Trápaga, organizador del memorial, que este año ha cumplido 41 ediciones. Pero si no se logra, siempre contará con el cariño de su pueblo. Siempre se elaboran dos ramos de flores y el ganador deposita uno de ellos en el monumento en honor a Cepeda, descubierto en 2006 coincidiendo con el centenario de su nacimiento, y situado en el solar que ocupaba su casa. Antes de esa fecha “lo llevábamos al cementerio y lo ofrecíamos en su tumba”, que está ornamentada con ruedas. “Posiblemente estemos ante la única localidad con dos monumentos al mismo corredor”, comentaba Javier de la Colina, que contribuyó a la puesta en marcha de la carrera “cuando era alcalde, pregunté a la familia si se había llevado a cabo alguna otra antes y me respondieron que sí, entonces pusimos en el cartel segundo memorial Francisco Cepeda”. 

Ochenta kilómetros Enkarterri se define como tierra ciclista por donde “han circulado Vueltas a España en el puerto de Las Muñecas, Vueltas al País Vasco...”. Jóvenes de 17 y 18 años pertenecientes a “todos los equipos de la categoría en Bizkaia, así como navarros y cántabros” lucharon ayer contra el calor en una prueba de ochenta kilómetros. Con salida en el entorno de la campa de Santa Ana, recorrieron Cotarro, San Esteban, San Pedro de Galdames, Ventorro Arenao, Carral, el alto de Bezi, La Herbosa, Otxaran, el alto de Abellaneda y Mercadillo. A Marcos Merino, del equipo muskiztarra Mendi-Mendi, le dio tiempo a alzar los brazos al entrar en la meta como ganador. Le siguieron en el podium Alex Agüero, de la formación cántabra Isidro San Justo, y Xabier Cerro, del Murias de Igorre. Lideró la clasificación de la montaña Eder García y la de metas volantes, Mario Martínez, compañero del Isidro San Justo, que se proclamó vencedor por equipos. Además, Marcos Merino se enfundó el maillot de líder de la Copa de Bizkaia. El exciclista Eulalio García estuvo entre quienes les entregaron los trofeos. 

“Posiblemente seamos el único municipio con dos monumentos al mismo corredor”

Javier de la Colina - Exalcalde de Sopuerta

Las algo más de dos horas que el mermado pelotón tardó en completar el trazado se hicieron muy largas para los espectadores debido a las altas temperaturas, así que muchos se refugiaron en los bares. Iraide Mauriz entró en el café Inhar, “para que mi nieto, que vive fuera y disfruta de sus vacaciones en Sopuerta, conozca la historia” del amigo de su abuelo que brilló sobre dos ruedas. “Tu bisabuelo tenía una fragua en el mismo edificio donde residía Cepeda, que ahora ya no existe, ¿ves?”, le contó, señalando la ubicación exacta en el panel de fotografías antiguas que exhibe el establecimiento. “A tu abuelo le encantaba el ciclismo y salían juntos a andar en bicicleta”, añadió. Las imágenes corresponden al entierro” de Francisco Cepeda. Una inmensa marea humana camina tras el féretro: niños, mujeres, mayores con traje y corbata... despedían a Paquillo, que sin escalar al estatus de “gran campeón, se encontraba siempre entre los destacados” en aquellas carreteras que “más bien se asemejaban a caminos de tierra”, compara su sobrino nieto, Álvaro Rey Cepeda. Tomó la salida “en los Tours de Francia de 1930, 1931, 1933 y 1935”, el de su fallecimiento el 14 de julio en un hospital de Grenoble. 

“Mi padre salía con Cepeda a andar en bici y quiero que mi nieto conozca su historia”

Iraide Mauriz - Vecina de Sopuerta

“Cuentan que le mataron...”, murmuraban en el bar. Hasta la ciudad francesa se desplazó su pariente para consultar un dossier sobre la investigación policial. Aunque uno de los testigos aseguró que aquel 11 de julio el ciclista fue arrollado, en su mayoría afirmaron que “se le salió el tubular de la llanta, justo en la edición en la que las de duraluminio habían sustituido a las de madera”, de forma que “con todo el calor de las frenadas, acrecentado por la temperatura, el adhesivo del tubular se debió deteriorar y se salía”. De hecho, “ese mismo día se produjeron varios accidentes más”. 

Mañana, día grande

Dos ambulancias, diez motos de enlace y alrededor de veinte voluntarios de la organización velaron ayer por que todo transcurriera según lo previsto. Por la tarde, el desfile de cuadrillas desde El Crucero tomó el relevo a las bicicletas en la carretera en una jornada en la que también se disputaron un torneo de futbito y tiradas clasificatorias de un concurso de pasabolo. Hoy habrá sardinada o concurso de paellas y mañana, Santa Ana, será el día grande. Asimismo, se ha instalado una carpa morada para sensibilizar contra las agresiones sexistas.