Ganaderos, baserritarras, viticultores y todo el sector primario en general se está viendo afectado también en mayor o menor medida por la intensa ola de calor actual que aún se prolongará varios días más. Tanto que se han tenido que adelantar el corte de forraje en las campas y el ciclo de crecimiento de la uva para la producción del txakoli un mes.

Así mismo, las granjas han tenido que activados dispositivos como ventiladores para aliviar los calores que sufren los animales estabulados y vigilar que los abrevaderos en los prados extensivos donde pastan reses tengan constantemente agua.

Y eso que, según indicaba este jueves a DEIA Iñigo Bilbao de los servicios técnicos del sindicato agrario Enba, “las vacas son las que más calor pasan pero cambios en su producción no se dan cuando hay un periodo continuo de calor sino cuando hay cambios bruscos de temperatura”. Bien lo sabe Jesús Garai, baserritarra del caserío Etxebarria de Izurtza que mantiene con su familia una explotación ganadera de ovejas, pero también de vacas para carne en extensivo, cerdos, gallinas y otros animales de granja a los que cuida con mimo. “Los cerdos sí lo pasan mal y hace poco se nos ahogó uno por el calor” indicaba este jueves a DEIA. Por ello ha implementado varias fórmulas como abrir todas las puertas por la mañana o instalar ventiladores para que “los animales estén los más frescos posible”, apostillaba.

“Si estas temperaturas se dieran en septiembre, el sector del txakoli estaría tocando castañuelas”

Iñigo Bilbao - Técnico del sindicato Enba

Jesús también está trabajando a destajo estos días para recoger la mayor cantidad de forraje posible y almacenarlo para sus animales de cara al invierno. “He tenido que adelantar mucho un segundo corte -indicaba- porque si no lo hacemos ahora, cada vez habrá menos forraje. Si el tiempo fuera normal estaría mas tiempo y en vez de salir 220 pacas (fardos de paja) saldrían 300”.

Confirma este escenario Iñigo Bilbao al comentar como “se esta secando la hierba porque además venimos de un junio que, aunque hizo nublado, no llovió y fue muy seco. Ahora, con un periodo tan largo que se prevé de 20 días con altas temperaturas, la sequedad será total. Ya se ve en las laderas de los montes la hierba roja”.

“He tenido que adelantar mucho un segundo corte porque si no teníamos cada vez menos forraje”

Jesús Garai - Baserritarra del caserio Etxebarria

Otro de los sectores donde más está impactando la ola de calor es en el de producción de frutales y vid. El técnico del sindicato Enba especificaba como “a la uva le va a afectar el volumen y peso que pueda adquirir el grano”. Concretaba que “puede haber una perdida de producción pero no de calidad”, aunque también se mostraba cauto ya que “hay que ver que pasa hasta que llegue la vendimia”. Todo es cuestión de tiempo por que “si estos calores se dieran en setiembre el sector estaría tocando las castañuelas”, aseguraba.

Viñedo de Itsasmendi en Gatika con gran actividad estos días. Borja Guerrero

A pie de viñedo en Gatika, Gari Ríos Urbaneta, director técnico de las bodegas de txakoli Itsasmendi, reconoce que superar los 30 grados casi todos los días “nos está suponiendo una concentración muy grande del trabajo”. Relataba como el cuidado intensivo de las parcelas y las vides que la bodega tiene repartidas por diferentes puntos de Bizkaia “ya empezó en mayo, con la primera ola de calor, y hemos hecho el mismo trabajo en un mes menos de tiempo que otras temporadas a estas alturas, es increíble”.

“La ola de calor nos está suponiendo en el viñedo una concentración muy grande del trabajo”

Gari Ríos Urbaneta - Doctor técnico de Bodegas Itsasmendi

El termómetro desbocado supone un crecimiento mucho más rápido de la viña y de su ciclo vegetativo ya a mediados de julio, aunque eso no implica que se vaya a vendimiar antes esta temporada. “A día de hoy sí viene adelantada, aunque es verdad que la experiencia nos demuestra que los años hay que mirarlos en su conjunto. Es posible que en agosto llueva y haga frío y retomemos la normalidad”, explicaba el también socio de la bodega Itsasmendi.

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De todas formas, su criterio actual es el de adelantar la recogida de la uva como tuvieron que hacer en la cosecha de hace dos años. La razón es que “tenemos que mantener nuestra identidad de txakoli que es la acidez y la frescura. Una producción con temperaturas tan altas nos llevaría a generar más un vino mediterráneo que atlántico y eso no puede ser”. Aunque ese escenario también generaría un elemento negativo, perder diversidad. Ríos Urbaneta desvelaba como “el año pasado estuvimos 37 días distintos vendimiando la misma uva. Si las cosas siguen este año así lo haremos en 15 días con los que se reduce la diversidad y perdemos riqueza”

Por su parte, desde Enba, Bilbao miraba a dos semanas vistas el clima previsto y mostraba su preocupación por la posible aparición de moho en los frutales. Consideraba que “tras la ola actual se prevé la semana próxima que pueda llover algo, pero sin bajar en exceso las temperaturas, un escenario para que, potencialmente, puedan generarse hongos, lo que obligaría a los baserritarras a rascarse más los bolsillos para pagar los tratamientos necesarios para su eliminación”.