Salieron con "mal sabor y con el sentimiento de que no se nos ha escuchado" tras reunirse ayer en Gasteiz con "la viceconsejera, Begoña Pedrosa, y el director de centros, Eduardo Jiménez". Por ello, las familias del colegio Osotu emprenderán movilizaciones para reclamar el concierto del centro que "niegan argumentando que no existe demanda demográfica en la zona", resumió Andrés Bedia en representación de los padres y madres. Fuentes del departamento de Educación del Gobierno vasco declinaron valorar el resultado del encuentro. En el barrio Lanbarri de Güeñes estudian alrededor de 200 alumnos de las etapas de Primaria y Secundaria y planean implantar Bachiller el próximo curso."En realidad, no hay voluntad de tomar la decisión de concertar porque, si quisieran, lo harían", aseguró. En opinión de las familias la justificación administrativa de la falta de demanda no se sostiene porque "demanda no existe, por ejemplo, en Artxanda, y sin embargo, allí hay cinco colegios, además de que nuestras carreteras se llenan de autobuses escolares, lo que significa que transportan alumnado a lugares donde no viven".

"¿Por qué más de 200 familias elegimos escolarizar a nuestros hijos en Osotu y que se desplacen todos los días en autobús teniendo centros cercanos? Por multitud de razones que para ellos califican como percepciones", cuestionaron. Pero "para nosotros son datos objetivos y no percepciones que nuestros hijos se encuentran mucho mejor que en los centros a los que acudían". Aluden a "informes clínicos" que pueden justificar el sufrimiento de los niños antes de matricularse en Güeñes y su evolución posterior.

El aprendizaje en la innovadora metodología de Osotu, que defienden, cumple la legislación, "acarrea un gasto de nuestros bolsillos" que no pueden sufragar todas las economías domésticas. A veces incluso deben elegir que uno de los hermanos acuda al centro. En este sentido, la concertación podría ofrecer una solución satisfactoria. Osotu denunció ante los tribunales al departamento de Educación en 2020 y permanece "todavía a la espera porque el proceso está en el Superior de Justicia del País Vasco y sabemos que el proceso puede demorarse por la acumulación de casos durante la pandemia".

Pase lo que pase, "creo que el 100% de las familias continuaremos aguantando". Tras la reunión de ayer acompañada de una concentración ante la sede del Gobierno vasco en Lakua, convocarán una asamblea para abordar los últimos acontecimientos en el colegio, que imparte clases desde cuatro años, el primero de ellos, en Zierbena.