No se arrepiente de haber elegido la carrera de Ingeniería. A la vizcaina Olatz Cánovas siempre se le dieron bien las matemáticas y la física. Fueron sus padres y profesores quienes la animaron a que se decantase por una carrera de la rama de las ciencias. "He descubierto un mundo maravilloso, me encanta", describe esta joven, que trabaja desde hace años en la empresa ITP Aero de Zamudio. A sus 29 años, Cánovas es la responsable de dar soporte a componentes rotativos de las turbinas de los aviones. Conoce la responsabilidad que conlleva su trabajo y confiesa que su profesión le gusta cada día más.Los pilotos tienen responsabilidad, pero la de usted no es menor.

—La seguridad es fundamental. Quien se encarga de fabricar o de diseñar las piezas en este caso para los aviones tiene una gran responsabilidad.

Usted trabaja en un equipo que diseña los discos de los aeroplanos, ¿no?

—Así es. Me encargo concretamente de los discos, una pieza crítica de la turbina que hay que tratar con extremo cuidado porque, en el caso de que haya un fallo de calidad, se puede romper y, por lo tanto, impactar en la seguridad del avión. Por eso a todas las tratamos con mucho mimo.

¡Como para no tratarlas con mucho mimo! La vida de miles de personas están en su manos, que se dice pronto.

—No cabe duda que los pilotos llevan mucha responsabilidad, pero la base es el aparato en el que estamos volando y si eso falla, si el motor, que es lo que impulsa al avión, falla, de nada sirve pilotarlo. En mi caso yo estoy dentro de un equipo que se encarga desde el mismo diseño hasta trabajar con la cadena de suministro y la fabricación de las mismas piezas que componen el motor. Piezas que están girando a temperaturas muy altas y que son técnicamente complejas.

¿Le gusta lo que hace?

—Sí, me gusta mucho. He descubierto un mundo apasionante.

¿Cómo llegó a este mundo?

—Empecé en ITP Aero como analista estructural. La empresa tiene un programa para captar ingenieros jóvenes. Mucha gente de la universidad de Bilbao y de otras universidades forma parte de ese programa. Empecé ahí, calculando las vidas seguras que tienen las piezas que ahora diseño. Es importante conocer qué vida tiene una pieza para retirarla antes de que exista un fallo.

Pero también estuvo en Reino Unido...

—Sí. ITP Aero necesitaba un enlace con Rolls-Royce -uno de los socios y principales clientes- en la localidad de Derby, en Reino Unido, y me plantearon viajar allí. Estuve dos años y fue una gran experiencia, tanto profesional, como personal. Me trataron muy bien y aprendí muchísimo. Me sentí como una más en equipos en los que había tanto mujeres como hombres.

¿Hay muchas mujeres en los equipos técnicos de ITP en Zamudio?

—En ITP está muy equilibrado, incluso en algunas secciones yo diría que hay más mujeres que hombres. Aunque es cierto que es un sector en el que históricamente siempre ha habido más hombres que mujeres, la balanza en los últimos años se ha equilibrado mucho.

La Ingeniería no es una carrera solo para hombres, ¿no?

—Para nada. De hecho, las mujeres podemos aportar nuestra visión y es beneficioso contar con equipos formados tanto por hombres como por mujeres.

¿Siempre tuvo claro que quería ser ingeniera?

—No. Aunque sí es cierto que desde niña se me dieron bien las matemáticas, la física... Se me daba bien el dibujo, la tecnología. Por eso mis profesores me animaron a que me declinase por una carrera de ciencias. Mis padres también me animaron. Pero reconozco que no sabía cuál era la labor que hacían los ingenieros.

¿Qué hizo?

—Busqué referentes para conocer en qué se centraba su trabajo. Me ayudó mucho hablar con personas mayores que habían estudiado esa carrera o se dedicaban a ella.

Es importante hallar referentes.

—Es fundamental. Muchas veces no tienes referentes que te guíen. En mi caso los referentes fueron hombres, pero a medida que fui indagando descubrí que en este mundo hay muchas mujeres y son muy buenas.

¿Le gustó la profesión cuando la descubrió?

—La Ingeniería me enganchó. Es una carrera muy abierta que te ofrece posibilidades muy amplias. Supe que con esta carrera no me cerraba puertas, sino todo lo contrario.

Hay que romper los estereotipos en el mundo de la ciencia, ¿no?

—Ya va siendo hora de empezar a cambiar esa mentalidad en la se que asocian las carreras técnicas solo con los hombres. Debemos pensar en personas y dejar de lado el género.

"Los pilotos llevan responsabilidad, pero la base es el avión y la calidad de las piezas que hacemos en ITP"

"Hay que cambiar esa mentalidad en la que se asocia la carrera de ciencias solo con los hombres"