Ha llovido estos días más de lo previsto, aunque los efectos han sido menos graves que hace un mes. Al menos en Bizkaia, donde las principales cuencas se han comportado y han resistido a esta nueva embestida de la naturaleza. Sustos pocos y salpicados por casi todo el Territorio Histórico; el más grave en Trabakua, donde las incesantes precipitaciones caídas en las últimas jornadas han provocado un desprendimiento de menor magnitud que el registrado el 10 de diciembre, hace apenas un mes.

Lo grave de este nuevo incidente, como ya ocurriera con el anterior, son las afecciones al tráfico para los miles de vehículos que a diario ruedan por este punto: unos 8.000 y muchos de ellos pesados. Este martes será habilitado un carril regulado por semáforos para tratar de aligerar la circulación. En realidad, será una prolongación del corredor abierto hace unas semanas en ese lugar.

Lo siguiente será construir sistemas de contención para evitar situaciones similares en el futuro. Eso sí, “antes debemos garantizar que no quede un gran volumen de material por mover en el monte”, ha manifestado Imanol Pradales, diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial.

Ha habido otras afecciones que han sido solventadas con mayor prontitud ya que los daños han sido menores. Es el caso de la carretera que enlaza Mungia y Plentzia que este lunes ha estado cortada unas horas a la mañana; o las balsas de agua que han dificultado la circulación en zonas de Arratia (desprendimiento en Dima), Maruri, Errigoiti, Muxika, Durangaldea, Erandio,... Incidencias comunes en todos esos puntos de la red viaria cuando la lluvia arrecia. Lo mismo que los cauces de los principales ríos vizcainos.

El Butroe subió 4,5 metros

En Mungia, por ejemplo, la lámina de agua del Butroe ha crecido 4,5 metros desde que comenzaron a arreciar las lluvias. En Alonsotegi la subida del Kadagua ha sido de 1,5 metros y en Lemoa se ha incrementado en 3,5 metros cuando más fuerte ha golpeado este último episodio meteorológico adverso, según los datos facilitados por URA-Agencia Vasca del Agua. A mediodía los registros han ido empequeñeciéndose en paralelo a la desactivación del aviso amarillo por lluvias. Eso sí, hasta entonces ha caído y bien en algunas localidades, aunque menos que hace un mes.

Hasta ese momento, por ejemplo, se habían registrado 18,1 litros por metros cuadrado en Elorrio, 21,8 en Muxika, o 10,1 litros por metros cuadrado en Derio. Pero es que un día antes, el domingo, habían caído 106 en Elorrio, 87,4 en Muxika y 54,8 litros por metros cuadrado en Derio, según los registros aportados desde Euskalmet. Y también se computaron 45,8 en Sodupe-Kadagua, 43,4 en Galdakao, 39,1 en Urkiola y 36 litros por metro cuadrado en Otxandio, según Aemet.

Es decir, que la cantidad de agua precipitada en estas pasadas jornadas ha sido considerable. Más incluso que la pronosticada inicialmente por los modelos de la Agencia Vasca de Meteorología. “A veces pasa porque no es una ciencia exacta. Ha llovido bastante más de lo previsto”, indicaba a DEIA José María Sanz de Galdeano, director de Planificación Hidrológica y Obras de URA.

En su opinión, los cauces vizcainos se han comportado y han resistido sin desbordamientos excepcionales en este episodio de avenidas de carácter ordinario. “Ha estado muy acorde con las precipitaciones habidas. Lo habitual en estos casos”, resumía al tiempo que adivinaba una vuelta a la normalidad de los caudales.