Va a ser uno de los hitos constructivos de la década en Bizkaia. La construcción de dos viaductos en paralelo sobre el valle de Bolintxu como parte de la segunda fase de la Variante Sur Metropolitana se acometerá de una forma muy especial. La razón es "minimizar al máximo posible la afección medioambiental en la zona", ha indicado esta mañana Imanol Pradales, diputado foral de de Infraestructuras y Desarrollo Territorial.

Tal y como adelantó ya DEIA en julio pasado, el proceso se efectuará casi en el aire con unas dimensiones y volúmenes de trabajo espectaculares. Para evitar colocar columnas o pilastras en el valle del arroyo del Bolintxu que lo dañen se tenderán en paralelo dos viaductos casi gemelos (en sentido Cantabria medirá 162 metros de largo y en dirección Gasteiz 148) desde ambas márgenes. La peculiaridad es que se generarán ambos pasos por un sistema de abatimiento tras haber construido previamente cada parte del arco que los sostendrán en cada uno de las laderas donde desembocará el nuevo vial.

Según ha explicado Pedro Rivas, jefe de obra de Interbiak de este tramo de la Supersur, primero se han construido unos grandes estribos o soportes de hormigón en cada lado. Antes de finalizar este mes se empezará a crear una rotula metálica encima de cada uno, una pieza similar a una gran arandela con un pasador. Sobre cada una de las rótulas se empezarán a colocar en vertical con grandes grúas, las piezas metálicas que compondrán cada medio arco, de unos 20 metros de largo cada una de media.

Se instalarán seis de estas piezas o dovelas por lado en vertical hasta alcanzar el tramo más largo 70 metros de altura, como la torre más alta de Garellano. Con ambos semiarcos erguidos se procederá a su abatimiento o descenso poco a poco desde cada lado. Para ello, y teniendo la rótula descrita como base de giro, se usarán unos gatos hidráulicos especiales y de gran tamaño que empujarán y sostendrán en su caída controlada cada semiarco hasta que confluyan y se conecten sobre el centro del valle del Bolintxu.

Diversas estructuras auxiliares y grandes cables ayudarán en una maniobra que se prolongará varios días y que se espera ejecutar en la próxima primavera. Todo el conjunto sostenedor tendrá que realizar unos esfuerzos titánicos ya que además del peso del acero que compone la estructura se suma el hormigón con el que se rellenará para dar consistencia a cada uno de los viaductos. Además este hormigonado también evitará afecciones medioambientales posteriores al tendido de los dos semiarcos.

Tras configurar al completo la estructura metálica sostenedora se procederá a colocar por encima y por piezas el tablero de 14 metros de anchura sobre el que posteriormente se extenderá el asfalto para acoger dos carriles en cada uno de los dos viaductos.

La compleja maniobra se está preparando con mucho cuidado desde hace dos años ha indicado Pedro Rivas y está contando con una de las tres empresas internacionales expertas más importantes en estos procesos nada habituales y difíciles de llevar a cabo.

Todo ello tendrá un control continuo exhaustivo con decenas de sensores situados en los componentes principales de los futuros viaductos. Según han confirmado Imanol Pradales, el conjunto de la obra de esta segunda fase de la Variante Sur Metropolitana, la cual unirá el enlace de El Peñascal con la autopista AP 68 a la altura de Arrigorriaga, se encuentra en plazo y entrará en servicio en la primavera de 2023.