El viaducto que evitará la vaguada del Bolintxu está llamado a marcar muchos récords. El próximo hito constructivo del desarrollo de la segunda fase de la Variante Sur Metropolitana (VSF) -que unirá el peaje del Peñascal con la AP-68 a la altura de Arrigorriaga- protagonizará una maniobra espectacular de tendido por abatimiento (bajando poco a poco las piezas metálicas sobre las que se apoyará el tablero) con lo que se minimizará al máximo cualquier afección grave a esta especial zona natural de Bilbao.

Este nuevo tramo de autopista de 4,2 kilómetros -en construcción desde enero de 2019- discurre casi en su totalidad por dos túneles -uno en cada sentido con dos carriles cada uno- excepto el paso por encima del pequeño valle del Bolintxu que será solventado con un viaducto gemelo diseñado por el ingeniero Javier Manterola. Uno de sus tableros medirá 233 metros de largo y el otro 220 con el fin de adaptarse a la diferente anchura de la vaguada.

El cauce del arroyo que fluye por debajo, a 42 metros de profundidad, y el bosque con gran riqueza vegetal y de fauna que lo rodea saldrán prácticamente indemnes de una obra de infraestructura cuestionada por los ecologistas desde que se proyectó.

La Diputación ha sido exquisita medioambientalmente hablando en el diseño del puente en colaboración con el prestigioso ingeniero. Así, se ha planteado un paso compuesto por dos grandes vigas paralelas apoyadas sobre arcos metálicos que carecerá de pilares en el valle y se asentarán en las inmediaciones de las bocas de los túneles que conectará, los de Arnotegi y Seberetxe. El tendido se efectuará con una fórmula muy poco usada y de gran espectacularidad: el abatimiento sobre el valle de las piezas metálicas previamente construidas y su posterior conexión literalmente en el aire.

Para llegar a ese día, previamente la unión de empresas contratada por la Diputación para estos trabajos tendrá que transportar por cada uno de los túneles los diferentes módulos que conformarán cada una de estas grandes piezas de acero en forma de semi arco. Las cuatro tendrán medidas y pesos diferentes. Así, el viaducto del eje 1, en dirección Cantabria, tendrá una luz entre sus apoyos de 174 metros, por lo que las piezas que se abatan medirán cada una 87 metros (como un edificio de 29 plantas de altura) mientras que la luz del eje 2, sentido Donostia, será de 156 metros. En este caso, los elementos a depositar serán de menos de 80 metros (similar a un bloque de 26 alturas).

Montaje dentro de los túneles

Los cuatro tramos se montarán en el interior de cada galería a la espera de que se efectúe el proceso de colocación posterior sobre el pequeño valle. La maniobra será complicada debido al escaso espacio con el que se va a contar en las bocas de cada galería para montar la maquinaría necesaria que efectúe el proceso de dejar caer poco a poco cada una de las grandes estructuras y formar el arco de apoyo al tablero. Para ello se va a utilizar maquinaria especializada, similar a grandes gatos hidráulicos, y poderosos cables que aguanten las varias toneladas que pesará cada elemento estructural en su descenso.

Según se recoge en la infografía que muestra en su pagina web la empresa Balzola, una de las firmas implicadas en la construcción del viaducto, con el arco de sostén concluido se procederá a generar los dos tableros colocando diferentes piezas de hormigón una detrás de otra utilizando grandes grúas.

Todo el proceso en los dos viaductos se prolongará varios días en unas fechas aún por determinar por la Diputación. En estos momentos las empresas trabajan en construir las grandes zapatas sobre las que se apoyarán en cada extremo las dos estructuras metálicas. Fuentes forales aseguraron que se están tomando todas las medidas posibles para minimizar cualquier afección medioambiental durante el complejo proceso. Una filosofía que se mantiene desde que se diseñó la excavación de los túneles para que únicamente fueran excavados desde un solo lado y no desde los dos como es habitual. Con ello se ha evitado meter maquinaria pesada en el valle del Bolintxu. Las bocas de salida de las galerías se han resuelto con varias pantallas de micropilotes anclados para minimizar el volumen a excavar y el deterioro de este paraje natural.

La solución técnica adoptada, en la que se prolongan las almas del tablero por encima de la calzada haciendo la función de pantalla acústica, también supondrá una gran protección en toda la zona natural al ruido que va a generar el tráfico rodado. Otro ejemplo del compromiso ecológico ha sido no crear nuevos recorridos para las necesidades de la obra. Todos las rocas y tierra generados con la excavación de los túneles han sido extraídos por la boca opuesta a Bolintxu, un proceso que está implicando más tiempo e invertir más dinero hasta alcanzar los 178 millones de euros de inversión atados con las empresas contratadas.

Un frondoso bosque de ribera. El arroyo del Bolintxu que baja del monte Pagasarri tras nacer en su ladera norte discurre por un bosque con numerosos ejemplares de roble y un bosque de ribera en el que destacan especies como alisos, fresnos, sauces y algunos castaños y avellanos. En el sotobosque del arroyo Bolintxu se localizan especies relíctas de diferentes helechos. La zona está protegida por el Plan especial del monte Pagasarri aprobado por el Consistorio bilbaino en 2008.

Habitat para varias especies. Este corredor fluvial es el hábitat de numerosas especies entre las que destacan aves como verdecillos, verderones y camachuelo, según recoge en su ficha sobre el cauce de este arroyo la Agencia Vasca del Agua (URA). En el entorno más próximo al cauce, atestiguando la buena calidad de las aguas, se van a poder encontrar otras especies como la salamandra común, mariposas o libélulas. Es un entorno poco conocido.

Complejidad

La complejidad de la operación de ingeniería está asegurada por la propia maniobra de abatimiento en sí y porque se va a ejecutar en un pequeño valle angosto sin apenas espacios por lo que se tendrá que actuar desde la bocas de los túneles.

Plataforma

Los dos tableros soportarán una plataforma de 13,5 metros para albergar dos carriles de 3,5 metros para el discurrir de los vehículos, arcenes de 2,5 y 1 metro, y aceras de 1,5 metros que incluyen las barreras de contención del tablero.

Hace 20 años

No es la primera vez que se ejecutará este fórmula constructiva en Bizkaia. Hace 20 años, el Gobierno vasco la utilizó para tender el viaducto por el que el metro supera en la actualidad el río Nervión a la altura de Bolueta.

Para 2023

Los últimos datos aportados por la Diputación indican que las previsiones en la ejecución de los trabajos se están cumpliendo según el calendario con la intención de que el nuevo tramo entre en servicio a inicios del año 2023.