Nueve municipios de la Comunidad Autónoma Vasca darán voz a sus vecinos más pequeños. El Gobierno vasco desarrolla actualmente un proyecto piloto para fomentar la participación infantil, impulsando la puesta en marcha de un órgano estable en cada una de las localidades. "Esta legislatura las políticas relacionadas con la infancia van a tener un peso fundamental", subrayó la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, destacando entre ellas la futura Ley de Derechos de la Infancia y Adolescencia, y la estrategia integral frente a la violencia contra estos dos sectores de edad.

Artolazabal reafirmó, en víspera de la celebración del Día Universal de los Derechos y de Niños y Niñas, el compromiso del Gobierno vasco con los más pequeños y sus derechos, junto al director de Innovación Pública de Innobasque, Gotzon Bernaola, y la coordinadora de Unicef País Vasco, Elsa Fuente.

Aunque se presentaron más de treinta municipios aspirantes, finalmente serán nueve los que tomen parte en el proyecto piloto para dar voz a los niños a través de un órgano estable de participación infantil: Portugalete, Durango y PortugaleteDurangoGordexola; Amurrio, Agurain y Legutio, en Araba, y Zumaia, Urretxu y Ataun, en Gipuzkoa. "Previsiblemente a principios del próximo año extraeremos las primeras conclusiones", avanzó la consejera.

Bernaola, por su parte, se refirió a Haurren Hirien Sarea, la red vasca de ciudades con la infancia, compuesta por cerca de veinte municipios que trabajan para impulsar la participación, el juego y la autonomía de los más pequeños. "Todo ello como base para que nuestros municipios sean entornos de aprendizaje, saludables, participativos e inclusivos, porque lo que diseñamos con la infancia y para la infancia nos vale para todos", explicó. Uno de sus trabajos es Haurrekin, un documento con propuestas en ámbitos como la información, la participación, el espacio público y las alianzasHaurrekin.

Por su parte, Fuente puso el foco en "el impacto que la crisis del covid está teniendo en los más jóvenes. Su impacto en los niños, niñas y adolescentes es cada vez más alarmante. Mientras la pobreza y la desigualdad aumentan, la pandemia ha trastocado los servicios esenciales que garantizan la salud, educación y protección de la infancia en todo el mundo. Hoy en más urgente que nunca actuar".