En el 25 aniversario de su creación, el Banco de Alimentos de Bizkaia sigue su misión con la misma ilusión que el primer día. Apoyado en el trabajo de 180 personas voluntarias, cumple su objetivo de luchar contra el hambre cubriendo las necesidades de miles de vizcainos y evitando que los alimentos consumibles pero no comercializables sean destruidos para hacerlos llegar a los más necesitados del entorno. Su presidente, Miguel Ángel Fernandino, repasa la trayectoria y adelanta los retos de esta fundación benéfica privada, independiente y sin ánimo de lucro, declarada asociación “de Utilidad Pública” por el Gobierno vasco.

¿Cuál es el balance de estos 25 años?

-Por una parte, sentimos una gran satisfacción, por haber sido capaces de estar ahí 25 años, creciendo y dando cada vez más servicio a los necesitados, aportándoles más y mejores alimentos. Pero junto a este mensaje optimista hay otro más pesimista en el sentido de que desgraciadamente, ha sido necesario todo ese esfuerzo.

¿Qué volumen de necesidad hay hoy en día?

-El crecimiento disparado de los años de la crisis se ha acortado, pero que todavía haya más de 25.000 personas en Bizkaia que necesitan nuestro apoyo es lamentable. Además, en muchos casos están enquistadas en la pobreza y es difícil que salgan de ella aunque las circunstancias exteriores mejoren. De ese total de personas necesitadas de comer, 5.200 son niños. Es un problema alarmante.

¿Crece el número de voluntarios al mismo ritmo que las necesidades?

-Nuestra gran suerte es que poco a poco se ha ido incrementando la cifra y hemos cerrado el año con 180 voluntarios, de los cuales 40 son mujeres. Partiendo de unas cifras prácticamente nulas de presencia femenina, hoy está creciendo más rápido que en el caso masculino. Todos somos voluntarios y no hay ninguna intención de cambiar esta norma. Nadie recibe un solo euro por su actuación en el Banco de Alimentos.

¿Cuál es el perfil del voluntario?

-Dado que el Banco de Alimentos opera fundamentalmente por la mañana, en su mayoría son personas jubiladas que dedican una parte de su tiempo. Lo cual no quita para que haya un componente de jóvenes que trabajan a turnos, están en paro, etc.

¿La función del Banco de Alimentos tiene cada vez mayor eco social, incluso en los centros escolares?

-Inicialmente se llevó a cabo un contacto con ellos solo para que hiciesen unas colectas. Hoy, además de este equipo que trata con los colegios hay otro específico formado por docentes que ya no están en activo, que ofrecen el proyecto educativo que hemos hecho a todos los centros de Bizkaia para educar en valores, promover el voluntariado y enseñar en la teoría y en la práctica, con visitas al centro, en Basauri, donde ven qué es el Banco de Alimentos de Bizkaia. Dentro de ese proyecto educativo hay una parte teórica y otra práctica, en la que pueden hacer campañas de recogida de alimentos y participar en las grandes recogidas como equipos de voluntarios, así como participar en la clasificación de alimentos, en equipos de 25 personas, en gran parte jóvenes. En campañas de recogida como la de Navidad participan bastantes colegios con una experiencia estupenda para ellos y para nosotros.

¿Se fomenta así la solidaridad?

Los escolares que participan como voluntarios no solo oyen hablar de que hay necesidades, de que hay un Banco de Alimentos? sino que lo viven activamente y ven en primera persona la solidaridad de la gente.

¿Qué volumen de alimentos distribuyen?

-En los últimos tres años permanece en los 4.000.000 de kilos. Es una cifra importante, que da para haber alcanzado este año 157 kg por persona, pero no es suficiente para cubrir las necesidades totales de una persona. Con lo cual queda campo de acción suficiente todavía. Lo que ocurre es que en Bizkaia, la gente es muy solidaria, llegando a multiplicar la media solidaria de otros lugares, pero hay menos industria alimentaria que en otras zonas del Estado, no es tierra de cereales... lo que es una dificultad añadida para conseguir alimentos. La pelea por conseguir los alimentos es dura. Con todo, en las grandes recogidas, en los últimos años, Bizkaia ha rondado el kilo por persona, con lo que se sitúa en los niveles más altos.

¿Cuáles son las fuentes de entrada de alimentos?

-Hacemos una gran recogida a finales de noviembre, que nos sirve para recoger el 25% de los alimentos que entregamos durante el año. Se recogen mayoritariamente azúcar, aceite, conservas? productos indispensables en una cesta básica. Además, hay una campaña complementaria en primavera y una recogida permanente de frutas y verduras que nos dan en Mercabilbao, donde tenemos una pequeña instalación, y de frutas y verduras de cooperativas de distintos puntos de España, que representa casi otro 25% de lo que entregamos. A ello se suman las donaciones de empresas, de particulares... Y otro 25% nos aporta la llegada de alimentos de la Unión Europea en tres entregas al año.

Se pueden hacer aportaciones a través de Internet?

-Nosotros no pedimos dinero, se nos puede dar indicando su destino para un proyecto concreto, o si no dicen el fin se destina a comprar alimentos, o bien nos pueden dar directamente alimentos. A través de la web www. bancali-biz.org se pueden hacer donativos puntuales o periódicos.

¿Cuál es su esquema de financiación?

-Por una parte están las cuotas de socios, voluntarias, que suponen un 10% de lo que necesitamos. Y el resto son aportaciones de ayuntamientos de Bizkaia también voluntarias, más donaciones oficiales de empresas y particulares. Con ello cubrimos el presupuesto y si sobra algo se destina a comprar alimentos para repartir.

¿Quiénes pueden recibir su ayuda?

-No entregamos nada a particulares directamente sino a través de instituciones benéficas distribuidas por Bizkaia, como residencias, comedores sociales, centros parroquiales, asociaciones de acogida de personas nacionales o inmigrantes? Ellos dan los alimentos a personas que tienen acogidas o simplemente los reparten.

¿Qué objetivos tienen en mente?

-Nos gustaría decrecer en nuestra actividad, lo que sería una buena señal, pero dado que a corto y medio plazo ese no parece que vaya a ser el escenario, nos gustaría seguir teniendo capacidad de dar el mejor servicio en cantidad y calidad de alimentos a las personas que lo necesitan. Por otro lado, hemos empezado ya a avanzar en hacer actividades y servicios que promuevan la inclusión social de esas personas. De hecho, en 2018 creamos el primer centro de apoyo del proyecto Lagun Guneak, en Santutxu, financiado por el Ayuntamiento de Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia y Fundación BBK. Actualmente atiende a más de 1.000 familias, con reparto de alimentos y valoración de cada persona para ver qué necesidades presenta y enfocarle y ayudarle en el camino hacia la inclusión con talleres, apoyos individuales, clases, etc. Vamos a crecer en esta área. Ahora estamos en negociaciones para conseguir abrir un segundo centro de apoyo a la familia en Bilbao. Con ello mejoraría sensiblemente lo que venimos haciendo, se haría en Bilbao un reparto de alimentos digno, profesional y estandarizado. Somos una entidad que puede poner voluntad y voluntarios pero no tenemos soporte financiero. El principal problema es la financiación.

¿Cómo van a celebrar la efeméride?

-Por un lado, seguir trabajando como si fuera un año normal, dando pedales en esta carrera como hasta ahora todos los años que sean necesarios. Pero es un año especial y tenemos previsto hacer un acto de celebración sobre el mes de mayo para dar un reconocimiento a voluntarios y entidades, para expresar nuestra gratitud por su apoyo durante todos estos años de la sociedad vizcaina. Además, estamos organizando un concierto solidario para diciembre en Bilbao. Al margen de esto hay colaboraciones individuales con empresas y organismos para dar más relevancia y visibilidad a los 25 años del Banco de Alimentos de Bizkaia. En este escenario se trata de seguir trabajando con ilusión, haciendo lo más y lo mejor posible. Es fundamental que no decaiga el nivel de solidaridad de la gente de Bizkaia, que es muy alto. Solo les pediría que mientras sigamos siendo necesarios, sigan apoyando esta tarea.