Urduliz - En su tercer año de actividad, el hospital de Urduliz ha incorporado un segundo equipo de resonancia magnética, que mejorará la atención de los pacientes oncológicos al disponer de una mayor precisión en la diferenciación de lesiones benignas y malignas relacionadas con el cáncer. El lehendakari, Iñigo Urkullu, visitó ayer el nuevo dispositivo y destacó el avance que supone sumar este nuevo equipamiento que se incorpora al servicio de Radiodiagnóstico permitirá llevar a cabo “unas 10.000 exploraciones anuales”.

Con un coste de 1.015.890 euros, esta nueva adquisición se enmarca dentro del “proceso de mejora continua del diagnóstico y los tratamientos de Osakidetza”, según apuntó Urkullu. Acompañado por la consejera de Salud, Nekane Murga, el lehendakari afirmó que la nueva infraestructura refuerza el compromiso del Gobierno vasco con la prevención y detección precoz el cáncer, por lo que supone “un paso más” en el despliegue del Plan Oncológico de Euskadi 2018-2023.

El nuevo dispositivo, lanzado al mercado en mayo de 2018, cuenta con un diseño más amplio, de 70 centímetros de diámetro y longitud más corta que los equipos convencionales, lo que reducirá la ansiedad y la sensación de claustrofobia que padecen algunos pacientes. “Desde el punto de vista asistencial, el paciente gana en comodidad al obtener una imagen de mayor resolución en un menor tiempo de permanencia”, indicó. Al mismo tiempo, subrayó que el dispositivo permitirá también atender a un mayor número de personas. También cuenta con un sistema de reducción de ruido que disminuye la presión sonora en la sala de exploración hasta el 96% en determinadas exploraciones.

Urkullu señaló que Euskadi está mejorando las tasas de supervivencia de pacientes oncológicos y se encuentra ya por encima de la media europea en el tratamiento de esta enfermedad. “No es suficiente, el cáncer sigue siendo la principal causa de muerte”, apuntó para renglón seguido asegurar que el Gobierno vasco sigue apostando por la “prevención”. En este sentido, anunció que las pruebas de cribado de cérvix estarán ya implantadas en el conjunto de Euskadi antes de que finalice el año. “Vamos a seguir trabajando en esta línea, aunando compromiso profesional e inversión en tecnología”, señaló. Por su parte, el hospital Alfredo Espinosa de Urduliz, que acaba de cumplir tres años, continúa aumentando su actividad gracias a sus 128 camas, nueve quirófanos y 53 consultas, en las que ya han sido atendidos 270.000 pacientes. “Los pacientes destacan una alta satisfacción con los servicios y esa valoración se debe a vuestro esfuerzo y profesionalidad”, agradeció Urkullu al personal del centro.