MENDATA. En el estudio, que ha sido financiado por el Gobierno vasco, con ayuda de los fondos Feader de la Unión Europea, participaron entre julio y noviembre de 2018 un total de 22 personas (un 36% mujeres), en su mayoría con trastornos psicóticos, de personalidad, afectivos o del estado del ánimo.

Según han informado hoy sus responsables, el recorrido por el bosque ha conllevado una mejora en la percepción del estado físico para el 89% de los participantes.

También ha entrañado beneficios en su estado anímico dado que, tras completar el itinerario, un 81% de los participantes que sintieron ansiedad a su inicio percibieron cómo este nerviosismo se redujo, un 54% notó "mayor fuerza y energía" y un 89% vio disminuidos sus síntomas de desgana y desmotivación.

Además, un 52% de los participantes que consumía tóxicos pensó menos en su adicción y el 55% logró afrontar el día con una visión más positiva.

El "baño de bosque" tuvo también claros beneficios en las relaciones personales de estas personas, que se vieron mejoradas en un 90% de los casos.

Algunos de estos beneficios no se circunscribieron al momento inmediato posterior al recorrido, sino que se mantuvieron durante dos meses, al ver los participantes regulada su ansiedad en este periodo y percibir un impacto beneficioso sobre las relaciones personales.

Los participantes han confesado que el paseo por este entorno forestal les dejó sentir "una mayor conexión, cercanía y respeto por la naturaleza", por lo que un 82% recomendaría esta actividad.

Como consecuencia de estos resultados, los responsables de la iniciativa pretenden abrir esta práctica al público en general y trasladarla al ámbito educativo.