Gorliz - Una bandera blanca en la que aparece una persona nadando con el círculo de prohibido ondeará junto a la roja en las playas vizcainas cuando la calidad del agua no sea apta para el baño. De esta manera, los usuarios podrán identificar de manera clara que no está permitido darse un chapuzón por ese motivo y no por el estado de las mareas y las corrientes. Con esta novedad arrancará la temporada de playas 2019 en Bizkaia mañana mismo, con más de 270 personas que se encargarán de la seguridad y la limpieza hasta que finalice septiembre.

Precisamente, estos dos aspectos son los más valorados por los usuarios de los arenales -la seguridad se lleva un 8,72 y la limpieza, un 7,69-, según trasladó ayer la diputada de Sostenibilidad y Medio Natural en funciones, Elena Unzueta. “Tenemos que seguir incidiendo en ellos para, si es posible, mejorar esos estándares, pero no hay que despistarse de otras dos cuestiones que a nosotros nos parecen fundamentales: la accesibilidad y la mejora continua. Dentro de esta última, contaremos este año con dos novedades. Por un lado, aunque el control de la calidad del agua no corresponde con la competencia propia de la Diputación, sí que debemos informar de ello. Lo que haremos desde este año es, a partir de que tengamos la certeza de que la calidad del agua no es adecuada para el baño en un momento puntual, inmediatamente subiremos la bandera roja y otra que es ya conocida porque está incluida en manuales y en la propia web de la Diputación”, comentó Unzueta desde Gorliz, una de las playas de Uribe Kosta que el verano pasado se vio afectada por la presencia de bacterias fecales a consecuencia de las adversas condiciones meteorológicas, por lo que durante diez días de junio el baño estuvo prohibido.

El otro cambio de la temporada al que aludía la diputada está vinculado con una mayor información. “Esta medida está relacionada con los procesos de transparencia que hemos implementado en esta legislatura y que consiste en la puesta en marcha de la carta de servicios de las playas, que recoge los derechos de las personas usuarias y los servicios que ofrece la Diputación, con compromisos concretos, y con una medición para que podamos realizar una evaluación más completa”, señaló Unzueta.

En lo que no hay variaciones es en el presupuesto que la entidad foral destina al programa de playas este año: 5,7 millones de euros, de los que 2,3 millones son para seguridad y 2,4 millones, para la limpieza. En este último contexto, la diputada tocó ayer un tema que empieza a estar en boca de algunos: el de fumar en las playas. La consejera de Salud del Gobierno vasco, Nekane Murga, se pronunció sobre ello el miércoles y aunque prefirió no hablar de la prohibición de fumar en los arenales o parques públicos, sí instó a “concienciar” a la ciudadanía a mantener limpios entornos frecuentados por niños y personas mayores. “La sailburu hablaba de dar una vuelta de tuerca a la normativa, algo que lleva su procedimiento y que, en el caso de que ello concluyera en algún cambio, la Diputación lógicamente tendría que incorporarlo. Es algo respetable por nuestra parte y no nos corresponde a nosotros decidir”, apuntó la responsable foral de Medio Ambiente.

Unzueta estuvo acompañada ayer por parte del personal que trabajará durante los próximos cuatro meses a pie de costa en Bizkaia. 154 socorristas integran el equipo humano del Servicio de Prevención de Accidentes, Socorrismo y Asistencia, a los que se suman treinta hondartzainas y 89 personas responsables de las labores de limpieza. En concreto, cada día estarán de servicio seis coordinadores y 88 socorristas, distribuidos en 24 puestos de socorro en 23 playas vizcainas.

‘equipados’ Los socorristas contarán con cuatro embarcaciones de salvamento, ocho embarcaciones de reserva en almacenes de Bilbao, Getxo, Bermeo y Ondarroa; cuatro motos de agua y otras cinco de respeto en estos mismos almacenes; tres quads y nueve buggys de rescate -dos de ellos eléctricos- y tres todoterrenos, entre otros vehículos. Aparte de la wave board, una embarcación que permite acoplar a una moto de agua una plataforma con la que alcanza cinco metros para ampliar su capacidad. Este equipo dispondrá también de cuarenta desfibriladores semiautomáticos, treinta glucómetros, cuarenta pulsioxímetros, treinta camillas de inmovilización y treinta herramientas de medición de reanimación cardiopulmonar.

Para completar la cobertura de la seguridad, estará el servicio de hondartzainas, en el que trabajarán este verano treinta personas, entre las 10.00 y las 20.00 horas, en colaboración con los socorristas, la Ertzain-tza y las policías locales. Además, se mantiene en todos los arenales la iniciativa de pulseras Ume galduak, cuyo objetivo es identificar a los menores de 8 años que se extravíen.

En cuanto al servicio de limpieza, 89 personas se encargarán de esta tarea, ayudadas por un equipo mecánico que incluye máquinas limpia-playas, camiones, tractores, barredoras y cribadoras, entre otro material. Pero ya antes del inicio de la temporada, se llevaron a cabo otras medidas, como la instalación en las playas vizcainas de 119 duchas -358 rociadores- 144 fuentes y lavapiés, 725 papeleras y bidones para la recogida de residuos, 367 plataformas emparrilladas y 1.920 metros de pasarela de madera.

Por último, Unzueta recordó que se mantiene el programa Hondar-tza denontzat, para facilitar que personas con problemas de movilidad puedan disfrutar de los arenales y el baño. Se puso en marcha en 2003 y ya se presta en las playas de Ereaga, Plentzia, Gorliz, Laidatxu, Lekeitio, Ondarroa y La Arena.